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El Reus Deportiu comenzó el play off de la peor manera posible. No pudo aprovechar el factor Templo para dar el primer golpe sobre la mesa. No solo eso, sino que se complicó la eliminatoria porque ahora visitará Lleida y lo hará con la necesidad de ganar sí o sí. De no hacerlo, su tiempo en la OK Liga esta temporada habrá terminado.
El inicio del Lleida no pudo ser más rebelde porque observó el Templo y le desafió con uno de sus mejores jugadores. El francés Di Benedetto les colocaba por delante cuando ni siquiera se había cumplido el primer minuto de juego. 0-1 y los ilerdenses ya dejaban claro que el escenario no les resultaba un contexto atenazador. Si el 0-1 ya era un resultado peligroso para el Reus todavía lo fue más el 0-2 que lograba Joan Cañellas. Ahora sí que sí tocaba reaccionar ya porque perder el factor cancha no era un buen argumento para el segundo partido.
El Lleida no tuvo piedad
Lo peor estaba por llegar porque Oriol Vives marcaba el 0-3. El partido ya era un drama para un Reus que no había podido contener la ilusionante salida del Lleida.
Antes del descanso hubo un pique que se saldó con dos azules para Oriol Vives y David Gelmà. Aquella jugada desembocó en una falta directo que pudo meter al Reus en el partido, pero Marc Julià no pudo superar a un Martí Serra que fue ganador. En la segunda mitad, Jordi Badia clavó la daga definitiva. El 0-4 era ya irrecuperable, pero Compagno metió una directa para el honor. Por si quedaban dudas de la superioridad, Oriol Vives marcó el quinto. Julià y Salvat recortaron distancias (3-5).
