Economía

Agroalimentario

El IRTA tendrá una granja de insectos para consumo humano en Tarragona

El centro de Mas Bové, en Constantí, ya dispone de un complejo para la cría y transformación de proteína alternativa destinada a la alimentación animal

Ejemplares de gusano de escarabajo de la harina (tenebrio molitor), uno de los insectos autorizados por la UE para consumo humano.

Ejemplares de gusano de escarabajo de la harina (tenebrio molitor), uno de los insectos autorizados por la UE para consumo humano.Getty Images

Rafael Servent

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El IRTA de Mas Bové, en Constantí, proyecta abrir en 2026 una granja de insectos destinados al consumo humano, mediante la cual se investigarán y desarrollarán nuevas tecnologías para la cría y transformación de proteína complementaria.

La iniciativa se suma al complejo que está poniendo en marcha en estas mismas instalaciones este centro de investigación -adscrito al Departament d'Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació de la Generalitat de Catalunya-, destinado en este caso a la cría y transformación de insectos en proteína alternativa para alimentación animal.

La inversión en este complejo ya en marcha, que estará a plena capacidad de operación en otoño de este año, asciende a más de un millón de euros, sumando la granja, la planta de transformación y la producción de harinas, según ha explicado en Constantí el director general del IRTA, Josep Usall.

Esta empresa pública, que en la demarcación de Tarragona tiene tres de los 18 centros que integran su estructura en Catalunya (además de Mas Bové, en Constantí, cuenta con centros en La Ràpita y Amposta), ha fijado en el impulso de la proteína alternativa uno de los ocho objetivos de su Plan Estratégico 2024-2027.

Los otros objetivos estratégicos son el impulso de la transformación digital del sector agroalimentario, la optimización de la gestión del agua para usos agrícolas, la mejora del secuestro de carbono y la salud del suelo, la valorización de residuos orgánicos y subproductos agroalimentarios, la salud y el bienestar animal en un escenario de reducción de antibióticos, la lucha contra riesgos biológicos emergentes y el impulso de la investigación en viticultura.

Integración del VITEC

En esta última área, Josep Usall confirmó que el IRTA está en pleno proceso de integración del Centre Tecnològic del Vi (VITEC), previsto para 2026. El centro, impulsado hace 15 años por la Fundació URV, el Incavi y el IRTA, mantendrá su sede, equipamientos y marca en Falset, y se impulsará una unidad mixta de investigación con la Universitat Rovira i Virgili (URV). El director general del IRTA aseguró que se está llevando a cabo el análisis de la situación financiera y técnica y elaborando el dossier para un acuerdo de Gobierno que autorice la integración.

Nueva planta de biogás

Junto a la apuesta por las proteínas alternativas, el centro de Mas Bové, en Constantí, tiene otros dos proyectos relevantes en marcha. El primero de ellos es una nueva planta piloto de biogás, de la cual ya está toda la infraestructura lista y que debería entrar en funcionamiento antes del verano de 2026 -con una inversión de unos 700.000 euros-, destinada a desarrollar tecnologías para valorizar subproductos agrícolas. El objetivo es conseguir biogás, pero además aprovechar el agua para su reutilización en la granja, a la vez que se convierten las deyecciones ganaderas en abono.

El último proyecto relevante que el IRTA de Mas Bové está poniendo en marcha hoy es una nueva planta piloto destinada a analizar los daños ocultos en olivas y frutos secos.



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