Sorteo de la Lotería de Navidad
El sorteo de la Lotería de Navidad: una reivindicación por Palestina, disfraces y un agraciado
Varios de los asistentes se han levantado al grito de "mil millones para Palestina"

Un grupo de manifestantes interrumpen con gritos en favor de Palestina durante el Sorteo Extraordinario de Navidad celebrado este lunes en el Teatro Real de Madrid.
El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad se ha celebrado este lunes con los habituales vítores de espectadores disfrazados, una reivindicación política a favor de Palestina y un agraciado entre quienes estaban presentes en la platea del Teatro Real.
A los veinte minutos de comenzar el soniquete de los niños de San Ildefonso cantando los premios del sorteo, saltaba uno de los premios grandes y en las primeras filas varios de los asistentes se han levantado al grito de "mil millones para Palestina".
El público se ha visto sorprendido por unos gritos extraños que nada tenían que ver con el sonido de los bombos, los disfraces o la alegría que caracteriza a esta jornada.
El grupo de espontáneos, pertenecientes a Marea Palestina: educación contra el genocidio', han ocupado casi una veintena de asientos tras acampar tres noches a las puertas del teatro para dejar claro que "no puede haber paz sin reparación del daño".
Así se lo ha explicado uno de los portavoces de la campaña Mil millones para Palestina, Carlos Díez, quien ha afirmado que "el objetivo es instar al Gobierno a que transfiera íntegramente el dinero recaudado por el Estado, no el que se reparte en premios para el sorteo de Navidad de hoy".
Pero los pingüinos, obispos, sirenas y Quijotes que estaban entre el variopinto público se han mostrado mucho más interesados en el devenir del sorteo, aunque este acto de rebeldía también se ha aplaudido brevemente.
Así pues, el sorteo ha continuado entre caídas de bolas, leves lapsus de los niños cantores y una polémica que parecía un efecto sonoro añadido a la particular banda sonora del Sorteo de la Navidad.
Entre los interminables "miiiiil euuuros" se han colado varios abucheos hacia uno de los ya conocidos personajes del sorteo, el 'Obispo de la Lotería'.
"Nos abuchean porque hemos sido los primeros en llegar", ha afirmado Juan López, el hostelero leonés que cada año acude al Teatro Real vestido de obispo, mientras el público le recriminaba haberse aprovechado de su reconocible traje para saltarse la cola y tener garantizado el acceso.
Pero todo esto ha quedado en un segundo plano cuando a las 10:45 ha salido el Gordo y, aunque no haya tocado entre el público, una marea de teléfonos móviles ha celebrado su llegada con la proclama "Sí sí sí, el Gordo ya está aquí".
Poco después uno de los asistentes, Angel Pi, móvil en mano mostraba un décimo que aseguraba que estaba premiado con uno de los cuatros premios y presumía que no es la primera vez porque hace años ya le había tocado el Gordo.
"El quinto me ha tocado con el décimo que compré en Alcañiz (Teruel). Además, era la primera vez que venía aquí, y lo hemos pasado muy bien toda la noche, pues, a pesar de que nos hemos congelado, también hemos bailado y cantado, así que repetiría", ha sentenciado.
Ya casi al final del sorteo eran pocos los que resistían en el patio de butacas después de más de cuatro horas de escuchar premios sin que les hubiera tocado nada, mientras las niñas y los niños de San Ildefonso bailan entre bambalinas esperando a cantar los últimos alambres.