- ¿Se considera una soñador?
- La verdad es que sí. Mi cabeza vuela y busca la esencia de las cosas, muchas veces complicadas de conseguir, aunque prefiero buscarlas a quedarme pasivo.
- ¿Ser un soñador le ha beneficiado o le ha perjudicado a lo largo de su vida?
- Me ha complicado muchas veces, pero al final ves que sigues fiel a tus ideas y forma de trabajar y el placer es mucho mayor.
- ¿Con qué sueña ahora?
- En estos momentos que el mundo está convulso, las guerras afloran todos los días, cada día hay violencia de género, se quiebran los derechos humanos y el café con una charla en la mesa ha pasado a ser un WhatsApp a 1.000 kilómetros distancia, soñar es difícil pero necesario para intentar no perder las metas que nos proponemos día a día.
- Suena utópico
- Si todo esto quedara erradicado sería un mundo mejor, pero es una utopía que espero que algún día se convierta en realidad.
- ¿Trata de plasmar esa sensibilidad en sus canciones?
- Sí, todas mis canciones están basadas en hechos y situaciones que me encuentro día a día y que necesito de una forma convulsiva plasmarlas en canción, en escritos, en música.
- ¿A qué le canta?
- Le canto al amor, a la vida, a mi hija, a mi mujer, a mis amigos, también a los que no son tan amigos, a mi familia, a todo lo que me rodea, a todo lo que me transmite una inquietud, sea de amor o desamor.
- ¿Y a quién le gustaría cantarle las cuarenta?
- Esta es una pregunta que me gustaría se convirtiese en realidad. Me gustaría poder decirle algunas cosas a toda la clase política sin excepción de partidos, a todos los que están consiguiendo que no tengamos consenso político para formar gobierno, a los dirigentes que dicen que no se enteran de lo que pasa en su partido y guardan sus espaldas. Me gustaría sentarme con el ministro de Cultura para que me explicara porque el epígrafe de cotización de un músico es el mismo que futbolistas y toreros. Hay tanto barro...
- Está preparando un nuevo disco. ¿Qué me puede avanzar?
- Ya estamos en el estudio preparando nuevas canciones, nuevas historias que contar, porque al fin y al cabo la música es un medio de expresión que necesita reflejar todo aquello que quieres que llegue al que lo escucha. Habrá canciones de amor, desamor y algunas más comprometidas con mis ideales y mi forma de ver la vida.
- Una recopilación de experiencias.
- Este trabajo estará basado en mis vivencias este año en el Caribe Sur de Costa Rica con Ana, mi gran compañera de este viaje y que me han aportado una forma diferente de ver la realidad del mundo, del ser humano, del amor a las cosas.
- Entiendo que volverá de gira a Costa Rica para presentarlo.
- Eso seguro, Costa Rica es mi segunda casa, allí guardo un pedazo de mí, de mi vida, tengo una relación muy especial con ese país.
- ¿Cómo lleva lo de ser un fenómeno fan allí –en los ochenta se creó un club de seguidoras del cantante–?
- Muy bien, la gente me respeta, apoya mis canciones, me saluda, se interesa por mi trabajo y me da su amistad. ¿Qué mas puedo pedir? Es muy gratificante que a la gente le gusten tus trabajos y se identifique con tus canciones.
- ¿Cuesta ganarse la vida como músico?
- Es muy complicado, no es oro todo lo que reluce. Para hacer actuaciones tienes que hacer mucha promoción en todos los lugares que puedas, hacer muchas canciones, giras promocionales y esperar que la gente compre tus discos y apoye tus actuaciones. Es una vida compleja con mucha complicación, pero cuando alguien canta una de mis canciones... ¡todo vale la pena!
- Ha tocado en grandes recintos y en bares. ¿Qué diferencia hay?
- Me gustan las dos opciones. Siempre que actúo es como el primer día, necesito actuar para sentirme vivo, necesito a toda la gente que desea escuchar mis temas. Por ego personal prefiero llenar lugares con espacio, pero las actuaciones en pequeño formato e intimistas tienen un contacto más cercano con el público.