La escuela de todos

Nuevo decreto. La Generalitat aprueba la norma que evoluciona de la integración a la inclusión educativa

12 noviembre 2017 18:56 | Actualizado a 13 noviembre 2017 13:55
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Una escuela más inclusiva. Este es el espíritu que distingue el Decreto de la atención educativa al alumnado en el marco de un sistema educativo inclusivo, y que aprobó el Govern a mediados del mes pasado. Es un paso más en el camino que va de la integración a la inclusión en la escuela. 

«La integración fue el primer paso, y la filosofía de este modelo era que los niños tuvieran por parte de las escuelas los recursos necesarios, en cambio la inclusión educativa es para todos, es decir, todo el mundo tiene diferentes necesidades, competencias y capacidades y lo que tiene que hacer el sistema educativo es adaptarse a todas las necesidades», afirma el profesor Llorenç Andreu Barrachina, director del master universitario de Dificultats d’Aprenentatge i Trastorns del Llenguatge de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). 

«Los niños con necesidades especiales tienen que estar con los demás niños. La diversidad es buena para todos»
Maria José Forcada, presidente FAPAC Terres de l’Ebre

Él mismo remarca que «todos somos diversos, todos somos diferentes. El deber de la escuela es ofrecer los recursos adaptados a las características de cada niño. Esta es la principal diferencia entre integración e inclusión».

El decreto es el resultado del trabajo participativo con aportaciones y reuniones mantenidas con más de 800 profesionales, académicos y personas representantes de entidades y particulares del sector.

Atención a la diversidad

Llevado a la práctica esto significa que la norma ordenará medidas y apoyos para la atención educativa y para la continuidad formativa de todos los alumnos. Además supone un importante progreso respecto al anterior decreto de 1997, teniendo en cuenta que regula la atención educativa de todos los alumnos, no únicamente del alumnado que presenta necesidades educativas especiales. «El foco no se centra en las dificultades del niño, sino en qué debe proporcionar el sistema educativo para que pueda desarrollarse, y eso incluye tanto los alumnos con diversidad funcional como aquellos que por ejemplo tienen altas capacidades», añade el profesor de la UOC. 

Más novedades

Uno de los cambios relevantes, que la norma prevé, es que todos los alumnos con necesidades educativas especiales se escolaricen en centros ordinarios. Al respecto, la presidenta de FAPAC Terres de l’Ebre (Federació d’Associacions de Mares i Pares d’Alumnes de Catalunya), Maria José Forcada, reconoce que con la aprobación del decreto la entidad ve cumplida una de sus peticiones históricas. «Siempre hemos reivindicado que se pueda escolarizar a todos los niños en escuelas ordinarias porque consideramos que los niños con necesidades especiales tienen que estar con los demás compañeros. La diversidad es buena para todos», afirma.

Las familias

Joan Carles López es portavoz de la Plataforma Ciutadana per a una Escola Inclusiva de Tarragona i les Terres de l’Ebre. Asegura que «siempre he sido un defensor de la escuela inclusiva, aunque a día de hoy todavía hay personas que no creen en este modelo». También es director de la escuela Sant Rafael de La Selva del Camp y padre de un joven con diversidad funcional. «A raíz del nacimiento de mi hijo mi concepto de vida y de escuela cambió. Significa un paso muy importante que el decreto incluya la escolarización en centros ordinarios de alumnos con necesidades especiales, porque la educación es uno de los temas que más angustia a las familias», asegura y añade que abrir esta posibilidad ayudará a «a los padres a sentirse menos angustiados, ya que los beneficiados serán todos los niños». 

«El sistema educativo debe adaptarse a todas las necesidades» Llorenç A. Barrachina, profesor de la UOC

Expone la experiencia de la escuela Sant Rafael. «El modelo de escuela inclusiva ya es una realidad en La Selva del Camp desde hace años. Ninguna familia cuestiona nada, por lo que celebramos haber alcanzado este clima de normalidad que ahora se quiere conseguir en todas las escuelas con el nuevo decreto», asegura.

De hecho, a diferencia del modelo anterior, las familias serán las que decidirán donde escolarizar a su hijo o hija, y para ello recibirán el apoyo y asesoramiento de los profesionales de los equipos de asesoramiento y orientación psicopedagógica (EAP). «Excepcionalmente las familias podrán solicitar la escolarización en un centro de educación especial para el alumnado con discapacidad grave o severa», destaca el profesor de la UOC. 

Remarca que el cambio actual obligará a la administración a proveer de recursos a los centros ordinarios. De hecho, la norma contempla la diversificación de la oferta de servicios de los centros de educación especial, que pasarán a convertirse en también centros proveedores de servicios y recursos para los centros educativos ordinarios. «La diferencia principal es que con el modelo de escuela inclusiva los niños que necesiten medidas y apoyos intensivos los recibirán en la misma escuela ordinaria y los centros de educación especial proveerán recursos materiales y personales, además de ofrecer asesoramiento», destaca Llorenç Andreu Barrachina y añade que los Centros de Educación Especial pasarán a ser Centros de Educación Especial Proveedores de Servicios y Recursos (CEEPSIR). 

Inversión

Para poder desarrollar el decreto, la norma cuenta con un presupuesto de 141.952.221 euros para los próximos cuatro cursos académicos, del curso 2017-2018 al curso 2020-2021. «Es un decreto muy ambicioso que sin recursos resultaría inviable. El compromiso del Govern es contratar profesionales para atender a todos los niños y aplicar el decreto con rigor, de lo contrario su implantación sería imposible», concluye Llorenç Andreu Barrachina. Todavía queda mucho trabajo por delante.

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