El núcleo de Sant Salvador de El Vendrell ya aparece en documentos del año 1017 y en el siglo XI ya tuvo su ermita, que, dicen, fue el primer edificio del municipio. En el siglo XVIII esa playa tuvo una gran actividad comercial por la exportación de vino y aguardiente por el puerto que había en la zona.
Quedan algunos de aquellos almacenes, casas modernistas y los primeros turistas que llegaron a esa playa en busca de espacios abiertos, baños de sol y un mar muy yodado y ha sabido mantener ese ambiente tranquilo y respetuoso que hace de la zona un lugar singular.
Ahora el Ayuntamiento ha suspendido temporalmente licencias de obras, remodelación y derribo en toda la fachada litoral desde la riera de La Bisbal a la plaza Germans Trillas. El objetivo es analizar cómo proteger esa primera línea para mantener su esencia.
El actual Plan General de El Vendrell protege algunos elementos singulares pero no como conjunto. El objetivo de la suspensión de licencias es garantizar esa fachada estratégica desde un punto de vista natrural, de corredor de infraestructuras, de actividad económica y de identidad.
Por su parte el Catàleg de Paisatge del Camp de Tarragona, redactado en 2010 destacaba que la fachada litoral del Baix Penedès merece una atención especial. Habría que inventariar el patrimonio de la zona desde los elementos singulares a las casas de pescadores, los edificios modernistas y coloniales para garantizar su conservación.
Ordenación
Hace dos años la Generalitat impulsó la Llei d’Ordenació i Protecció del Litoral para intentar conservar gran parte de la esencia la costa y evitar la pérdida de la identidad que ha podido mantener. Con el objetivo de avanzar en la redacción de ese documento, el Ayuntamiento ha decidido suspender temporalmente las licencias de obras y derribo en esa fachada costera.
La concejal de Urbanismo de El Vendrell, Nuria Rovira, explica que durante la suspensión de licencias debe estudiarse qué y cómo proteger ese conjunto. Así en el momento de la aprobación de la Ley pueda determinarse como intervenir en la zona.
Históricas
En ese tramo litoral quedan diversas casas históricas que muestran un pasado de vinculación con el mar. Muchas cayeron para dar paso a algunos edificios por lo que es una responsabilidad amarrar lo que queda. Como las casas de Teresa Sanromà Capell y de su marido el artista de Barcelona Antoni Ollé Pinell. Junto a sus hijos veranearon en la zona muchos años.
La zona fue destino de familias pudientes que buscaban tranquilidad y en lo que había sido una zona de marismas construyeron casas de veraneo.
La suspensión de licencias fue aprobada por todos los partidos de la oposición. Pero desde ERC-Som Poble señalaron el retraso en la redacción de un catálogo del patrimonio local de El Vendrell que garantice la conservación de elementos y casas singulares del municipio. La suspensión de licencias debe hacerse por la falta de un catálogo de patrimonio que hace años reclaman entidades como el Institut d’Estudios Penedesencs.
En Sant Salvadoir había una destacada actividad pesquera que siguió al puerto que hubo en la zona para la exportación de vino y aguardiente a principios de 1800 y que decayó con la llegada del tren. La actividad portuaria llevó a la construcción de almacenes talleres de boteros. Alguno aún se conserva.
Cabotaje
Aquel puerto eran una botas atadas que hacían de embarcadero y que se adentraban cien metros en el mar. Las barcas de cabotaje se acercaban para la carga y descarga sin riesgo de embarrancar. Además de vino y aguardiente se comerciaba con trigo, arcos de madera para hacer botas, bacalao, papel, canela, pimienta y garbanzos y algodón.
El origen de ese puerto fue por la guerra con Inglaterra. Significó la alianza con Francia, rival comercial de Catalunya. Inglaterra dejó de comprar aguardientes, aceite y frutos secos. Pero además interceptaba el comercio con América.
El puerto de Sant Salvador surgiría por el control del tráfico desde Vilanova, mucho más vigilado. En Salvador se burlaba el bloqueo y mantenían las exportaciones.
