A diez pasos del Monestir de Poblet se puede disfrutar de un atardecer precioso a través de los viñedos de la Conca de Barberà, con el mejor vino de la comarca. En este espacio de reposo, historia y paisaje se dan la mano con la terraza de la Hostatgeria de Poblet.
A esta terraza se puede acceder tanto si te alojas en el hotel como si no, y está abierto todo el año de 9 de la mañana a 12 de la noche. La terraza permite disfrutar de las vistas al monasterio y el entorno, pero también de las viñas que lo rodean. «Un paisaje muy especial que no es tan conocido como debería», comenta el director de la hospedería, Eduard Perez.
La carta ofrece diferentes opciones de desayunos o menús de comidas y cenas con especial dedicación a la cocina catalana de proximidad. Destacan los caracoles, los platos a la brasa y la cocina al horno.
El servicio de restauración del hotel está a cargo de Art de l’Espluga, restaurante que ganó el programa de TV3, Joc de Cartes.
En el restaurante se acogen bautizos, bodas, comuniones y todo tipo de eventos. Pero es la terraza la que se encarga de dar la bienvenida y la despedida en estas ocasiones especiales. «Es habitual que el cóctel de bienvenida o el fin de fiesta se celebre en la terraza» explica el propio Pérez.
Un espacio rodeado de historia
La hostería se construyó hace 10 años y cuenta con todas las comodidades de un establecimiento de primera categoría, pero mantiene esa auteridad propia del espacio religioso que la rodea. Se trata de un enclave marcado por una historia muy rica e interesante. En el Monestir de Poblet descansan algunos de los miembros de la Corona de Aragón, entre los que se encuentra Jaume I el Conqueridor.
Se trata de un enclave destacado por su gran historia. El Monestir de Poblet es el monasterio habitado más grande de Europa, lo que atrae la atención de muchos visitantes, «hemos alojado a personalidades relevantes que venían a visitar el monasterio» confiesa el director de la hospedería.
Los colegios técnicos o empresas suelen escoger esta terraza para emplazar algunas de las actividades de sus viajes de negocios. A menudo se organizan las paradas para descansar y los momentos de reposo tras los congresos.
También es habitual que se acojan catas de vino organizadas por el Celler René Masdéu, una bodega de la comarca que ocupó algunos titulares en 2019 por vender botellas con barro con motivos solidarios.
Después de unas inundaciones, ofrecieron las botellas de vino a los voluntarios que habían ayudado a recuperarlas, a un precio simbólico.
