L’Argentera, el último escondite de las brujas buenas

Está bajo la atenta mirada del castillo de Sant Miquel de Escornalbou y puede visitarse de la mano de la Bruixa Marruixa

05 abril 2023 21:23 | Actualizado a 06 abril 2023 07:00
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Ha habido un despertar. Con el fin del invierno y la llegada de la primavera, las hechiceras han vuelto al Camp de Tarragona, en concreto, al bosque que lleva su nombre. Se encuentra en la localidad de L’Argentera, bajo la atenta mirada del todopoderoso castillo de Sant Miquel de Escornalbou, y puede ser visitado de la mano de la Bruixa Marruixa, una de las brujas que habitan el lugar. Esta semana, nos adentramos en los bosques de L’Argentera a fin de encontrarnos con las hechiceras y descubrir su verdadera forma de vida.

Dificultad de la ruta

Determinar la dificultad de una ruta ya es de por sí una dificultad. Por suerte, existen escalas de graduación que establecen la dureza a partir de factores observables. El Método SENDIF, creado por la Taula de Camins del Alt Pirineu i Aran, sostiene que la dificultad de un itinerario de senderismo depende, por una parte, del esfuerzo físico que este supone y, por otra parte, de los obstáculos del camino. Desde el punto de vista de la dificultad física, el recorrido es de dureza moderada, siendo el tramo que va de L’Argentera hasta el Bosc de les Bruixes el más demandante a causa de su desnivel positivo. En lo que respecta a la dureza técnica, el sendero se estrecha y complica a medida que nos acercamos al hogar de las brujas. Por suerte, la vuelta discurre por una pista ancha muy asequible y algo más breve.

Instrucciones de la ruta

Estacionamos en el aparcamiento municipal de L’Argentera, cuya entrada está en el primer desvío si venimos desde Duesaigües. Recorremos el pueblo, en el que hay múltiples señales indicando cómo llegar al Bosc de les Bruixes, hasta tomar la pista forestal que surge a la derecha una vez queda atrás el municipio. Seguiremos las marcas blancas y roja del Gran Recorrido (GR) 7 hasta Els Estrets, caminaremos paralelos al Barranc Reial y, después de salvar la subida más física del itinerario, el sendero se estrecha y complica antes mostrarnos la entrada del bosque de las brujas. Una vez en él, exploramos con calma las casas de las hechiceras antes de emprender la vuelta a L’Argentera. El camino de regreso lo muestran un par de carteles del lugar. Sabremos que no nos hemos equivocado gracias a las inconfundibles Roques de les Segarrases, las mismas que visitaremos antes de llegar a la carretera T-343 de camino al municipio.

El bautismo de la brujería

Quien quiera convertirse en brujo o bruja ha de hacer un pacto con el mismísimo demonio, pero no de cualquier manera: debe personarse a las 12 de la noche en un cruce en el que se unan cuatro caminos. Entonces, si quien va es un hombre, aparecerá un perro negro, mientras que si la candidata es una mujer acudirá una gallina negra. Sin importar el animal que surja ante nosotros, debemos seguirlo hasta el punto de reunión con el demonio. Sabremos que estamos ante él porque adopta la forma de un cabrito, que es la misma apariencia con la que se presenta cuando preside una reunión de brujas. Ahora bien, más vale que estemos seguros de nuestra decisión, pues el compromiso es inquebrantable y debemos pasar este tiempo o bien haciendo sufrir o bien soportando nosotros las consecuencias del pacto. Esto es lo que sabemos del proceso de convertirse en brujo gracias a Cel Gomis i Mestre, el folclorista oriundo de Reus que recogió en el libro La bruixa catalana el conjunto de creencias y supersticiones sobre ellas.

De ruta de la mano de las brujas

Por suerte, las brujas y brujos que conoceremos en el Bosc de les Bruixes parecen ser benevolentes y no solo nos permiten la entrada a sus dominios, además, hablan sobre su forma de vida a los más pequeños de la casa. Su portavoz es la Bruixa Marruixa, a quien se la ha vuelto a ver después de un duro invierno en el que se ha nutrido de conocimientos ancestrales. En este recorrido para toda la familia diseñado por Mar Recasens conoceremos los verdaderos orígenes de la brujería, así como el uso dado antaño a esta zona.

La brujería en Tarragona

El Bosc de les Bruixes hacía las veces de hogar de las familias carboneras. Antaño se creía que las verdaderas brujas habitaban el castillo de Sant Miquel de Escornalbou debido de los sonidos extraños, los destellos y el humo que emanaba la fortaleza, sin embargo, los vecinos de Colldejou revelaron que la actividad que se desempeñaba en el lugar tenía que ver más con la falsificación de la moneda que con la brujería. A decir verdad, a lo largo de toda la provincia se cuentan historias relacionadas con la hechicería A modo de ejemplo, la tradición popular establece que el Toll de l’Olla de Farena fue obra de una hechicera buena que salvó la vida de los vecinos de Farena de una enfermedad similar a la peste. De la misma manera, se creía que las brujas bailaban en la Roca Corbatera, el punto más alto de la Serra del Montsant. ¿Será esta la razón por la que existen el barranco o la cova de la bruja en este lugar santo?

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