Luis César Sampedro compareció en la previa del partido de ida de las semifinales del play-off de ascenso a Segunda División. Lo hizo con un mensaje muy claro: «Será un partido a 180 minutos». El técnico del Nàstic recordó que a estas alturas del curso ya no hay rivales sencillos: «Solo quedan equipos que han hecho muchos puntos, que no han sido primeros, pero que son muy buenos. Nos enfrentamos entre nosotros por subir».
Un plan diferente al de Arenteiro
El técnico insistió en que el partido contra el Murcia «no tiene nada que ver con el anterior ante el Arenteiro. Hemos trabajado toda la semana en herramientas nuevas, en otro fútbol, con otros jugadores. Hemos diseñado un plan de ataque y uno defensivo completamente distintos».
Luis César también detalló que la clave es incomodar al rival: «Nuestra comodidad significa incomodidad en el oponente. Si ellos se sienten cómodos, es que nosotros lo estamos haciendo mal».
Un equipo fuerte a domicilio
Sobre el rival, el entrenador del Nàstic destacó que «el Murcia es un equipo sólido, agresivo, contragolpeador, con buenos jugadores y un entrenador que ha interiorizado muy bien su idea. No espero un rival conservador, sino uno capaz de hacer muchas cosas. A veces nos presionará alto, otras veces esperará. Tiene mecanismos muy trabajados».
También subrayó su fortaleza fuera de casa: «El Murcia está en el play-off por sus resultados fuera. Nosotros, por los de casa. Las estadísticas dicen quiénes fuimos durante la liga, pero ahora empieza otra historia. No podemos pensar que todo será igual».
«No pienso en un resultado, pienso en hacerlo bien»
Cuestionado por qué resultado le dejaría tranquilo, fue tajante: «No hay un resultado que me deje tranquilo. No pienso en eso. Pienso en hacer un buen partido, que nos lleve a un buen resultado. Eso es lo que me inquieta».
La importancia del once final
Luis César explicó que la alineación inicial no lo es todo: «A veces el once final es más importante que el inicial. El 30% de los goles del Murcia llegan en el último cuarto de hora. Eso condiciona las decisiones. Tengo en la cabeza un once inicial y uno final».
La fuerza de casa... y de la afición
También valoró el hecho de jugar en casa y con el estadio lleno: «Tenemos una afición fantástica. En solo 24 horas se agotaron las entradas. Esta ciudad desea fútbol profesional. Un ascenso beneficia a todos, incluso a quien no le gusta el fútbol. Es riqueza para la ciudad».
El factor emocional
Uno de los temas clave fue el aspecto mental. Luis César habló con claridad: «Tenemos que tener control emocional. No quiero un equipo de locos. Hay que centrarse en lo que podemos controlar. No nos podemos dejar llevar por la euforia ni por el empuje de la grada. Hay que mantener la estabilidad».
Sobre el pasado reciente del club, reconoció que los intentos fallidos pueden pesar, pero confía en el grupo: «Entiendo que el pasado está ahí, pero no creo que los jugadores estén pensando en lo que pasó hace uno o dos años».
«Sí, me pongo nervioso»
El técnico gallego admitió que sigue sintiendo nervios antes de partidos tan importantes: «Hay cosas que no se curan con la edad. Ya viví esto, pero claro que me pongo nervioso. Nos jugamos que esta ciudad reviva fútbol de Segunda División».
Jugadores motivados
Luis César está convencido del compromiso de su plantilla: «Los jugadores quieren ascender. Son los primeros que ganan en prestigio y en dinero. Si haces lo que te gusta, ganas dinero y consigues prestigio, no tienes un trabajo, tienes un tesoro. Ellos lo saben y lo van a dar todo por el escudo y por la afición».