El 75% del coste en pensiones quedará sin respaldo financiero en 2050

Revalorizarlas con el IPC triplicará su déficit en 30 años hasta situarlo en el 5% del PIB, según el Instituto de Actuarios

31 octubre 2019 09:00 | Actualizado a 31 octubre 2019 17:08
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El continuo debate sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones sigue sumando críticos. Ayer, el Instituto de Actuarios de España (IAE) publicó un informe en el que asegura que tres de cada cuatro euros de las pensiones comprometidas para 2050 no estarían cubiertos con las contribuciones futuras, es decir, no tendría respaldo financiero. Ellos lo tienen claro: el sistema de pensiones no es sostenible financieramente y no es eficiente, ya que es «muy generoso» comparado con los países del entorno. «Cada euro de pensión de jubilación tiene un coste de 1,28 euros», aseguró el presidente del IAE, Gregorio Gil de Rozas, lo que «ataca a la línea de flotación del sistema». Por ello, es «clave» exigir al nuevo Gobierno que diseñe una estrategia «ambiciosa y completa» de todo el sistema de pensiones si se quiere hacer sostenible en el tiempo.

Concluyen que en 2050 el índice de solvencia de las pensiones se reduciría hasta el 24,5%, lo que significa que más del 75% del coste de las prestaciones quedaría sin respaldo financiero en 30 años, siempre que no se tomen medidas.

El saldo contributivo acumulado entre 2008 y 2018 se cifra en -76.222 millones de euros, entrando en negativo desde el año 2014. Actualmente cada euro de jubilación tiene un coste de 1,28 euros, pero la cifra seguirá en aumento si la revalorización de las pensiones no se ancla al menos durante unos años en el límite mínimo del 0,25%.

Se dispara el déficit

Más allá, el organismo asegura que si las pensiones se revalorizan conforme al IPC de aquí en adelante, el déficit de la Seguridad Social será del 4,2% en 2040 y se triplicará en 2050, hasta situarlo cerca del 5% del PIB. La proyección se ha calculado con una revalorización conforme al IPC a largo plazo del 1,8% y un aumento del PIB del 1,7%, mientras que en un escenario más optimista, el sistema entraría en superávit en la década de 2030 si se aplica una revalorización del 0,25% con una economía creciendo al 2,15%. Una idea muy optimista, ya que las últimas previsiones indican que la economía española crecerá como mucho al 2% este año para empezar a bajar a partir de 2020.

Por tanto, Gil de Rozas consideró «crítico» implantar un automatismo en las pensiones que tenga en cuenta la situación financiera de la Seguridad Social y otros indicadores macroeconómicos.

Reformas

En su opinión, lo primordial es que las pensiones salgan del panorama político, en el que cada cuatro años se realiza una reforma para su revalorización, y acordar una métrica con la que se eleven a largo plazo pero aplicando ajustes «de forma gradual», repartiendo su carga entre generaciones, con mayor peso entre aquellas que tienen «más tiempo de adaptación: los jóvenes».

Eso sí, desde el Instituto advierten de que estas conclusiones no tienen que tomarse de forma «fatalista» porque hay muchas medidas que se pueden adoptar gradualmente. Critican que, a diferencia de países como Estados Unidos, Japón, Canadá o Suecia, la Seguridad Social española no publica a día de hoy ningún indicador actuarial del sistema de pensiones. Así, abogan por estructurar un modelo en el que la equidad actuarial tenga un mayor peso, ya que «se podría garantizar la coherencia entre el total de lo que aporta cada individuo durante su vida laboral y lo que recibe del mismo tras acceder a la jubilación». Además, piden una figura pública que actúe como «fuente independiente, rigurosa y capaz» para garantizar la coherencia actuarial y financiera.

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