Jaume Roura: «Habiendo sido pioneros en automoción, en Europa nos hemos dormido»

Presidente de la Patronal Catalana de la Distribució d’Automoció (Fecavem)

21 abril 2024 22:26 | Actualizado a 26 abril 2024 12:22
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Jaume Roura, presidente de la Patronal Catalana de la Distribució d’Automoció (Fecavem), fue uno de los ponentes esta semana en la edición de los Automobile Talks celebrada en la Cambra de Tarragona, hasta donde acudieron, llegados de toda Catalunya, medio centenar de profesionales del sector de la distribución de vehículos.

El sector de la automoción vive cambios profundos. ¿Qué grandes tendencias destacaría?

Los cambios en el sector de la movilidad debemos tenerlos en cuenta desde diferentes puntos de vista, empezando por la parte histórica. La de la automoción es una industria con más de cien años, que ha proporcionado cambios económicos importantísimos; es un sector industrial que innova constantemente. Así que un cambio tan fuerte como el que implica pasar de la combustión a la electrificación no es algo tan nuevo.

El concepto del vehículo eléctrico no será nuevo, pero la descarbonización como única salida sí que es algo contemporáneo...

Es la transformación más importante que tenemos, efectivamente, pero tristemente hemos empezado la casa por el tejado.

¿A qué se refiere?

A que no podemos hacer desaparecer el motor de combustión de hoy para mañana, cuando la electrificación requiere todavía de una potencia de descarga que no tenemos, una red de puntos de carga que tampoco tenemos y precios de vehículos a los que pueda acceder todo el mundo. Ese utilitario que llegue al bolsillo de todo el mundo no está resuelto todavía con el tema eléctrico.

Sin ese coche eléctrico asequible, ¿es posible esa descarbonización?

Le comentaba que habíamos empezado la casa por el tejado, y me gustaría destacar que, en la electrificación y estabilización del sector, hay una responsabilidad de los políticos de no haber escuchado suficientemente a los empresarios. En este sentido, tan importante es la electrificación como renovar el parque de vehículos, que de estar en una media de nueve o diez años ya ha llegado a los 14 años de antigüedad. Eso significa tener uno de los parques más antiguos de Europa.

Con el Vehículo Nuevo encarecido, el Vehículo de Ocasión va al alza. ¿No es una consecuencia lógica?

No lo sería si hubiese planes con ayudas para retirar del mercado y achatarrar los coches antiguos de más de 15 años. Pero con unos incentivos reales, donde la compensación económica sea inmediata, no como con el plan MOVES, que te puedes pasar casi dos años para recibir la ayuda.

Pero habrá quien, ni con incentivos, quiera cambiar. Que, ante la incertidumbre sobre las tecnologías que llegan, decida ‘estirar’ unos años más su coche, a ver qué pasa...

Eso es así. En estos momentos, la incertidumbre causada por la motorización es total en el comprador, que tiene un gran interrogante sobre qué pasará con el motor de combustión. Pero Alemania y Francia, que parecía que explotaban en el vehículo eléctrico, tampoco acaban de hacerlo. Si le añadimos que los chinos han avanzado una barbaridad con el vehículo eléctrico, donde son los que tienen la materia prima para fabricar las baterías, el resultado es que Europa, que era la potencia mundial en la industria de automoción, está quedando arrinconada.

Hay quien dice que la industria europea de automoción ya superó la llegada de los coches japoneses, coreanos... y que esta vez también podrá con los chinos. ¿Comparte esta visión optimista?

Los fabricantes europeos están muy preocupados. Están temblando, porque ven que hay una irrupción de China muy importante, que ya la han pagado los EEUU, con un futuro donde también puede ser significativa la entrada de India, e incluso de Indonesia. Así que yo no soy tan optimista. Y si hablamos de Japón, hay que tener en cuenta que en ningún momento ha llegado a ser el gran fabricante del mundo. China sí que lo es. Tiene un potencial enorme, y no es comparable con Japón, es mucho más preocupante.

¿Veremos proteccionismo y aranceles en la Unión Europea para tratar de salvar a nuestra industria de automoción?

Eso es lo que se respira y comenta. Habiendo sido pioneros en automoción, en Europa nos hemos dormido y nos han ganado la partida. Esto traerá muchos problemas y, efectivamente, nos puede llevar a poner barreras para potenciar la industria europea.

Los europeos fabricábamos motores complejísimos, que eran maravillas de la ingeniería. ¿Con el coche eléctrico esa ventaja se esfumó?

Es como dice. Un motor de combustión tiene 27.000 piezas. Uno eléctrico, apenas 7.000 piezas. Si nos ponemos las pilas, podemos lograrlo. Pero tendremos que desarrollar nuevas ventajas competitivas.

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