El film ‘Oppenheimer’ y sus omisiones

30 marzo 2024 20:50 | Actualizado a 31 marzo 2024 07:00
Pedro J. Mestres Ventura
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Este marzo hubo dos celebraciones: el 8 de marzo, Día de la Mujer, y el 11 de marzo, la concesión de los premios Oscar 2024, que voy a relacionar. La película Oppenheimer, de Christopher Nolan, ha sido la mas premiada de todas las que llegaron a la final de los Oscar 2024. Robert Oppenheimer fue un personaje que ejerce una importante fascinación, principalmente por su papel en el desarrollo y construcción de las dos primeras bombas atómicas, ya que como físico no fue una figura de primera línea, ni mucho menos. Nolan se ha tomado ciertas licencias, por ejemplo, incluyendo en el film una entrevista de Oppenheimer y Einstein que nunca tuvo lugar. Sin embargo, en mi opinión, lo más grave en cuanto a omisiones es el no haber mencionado a mujeres universitarias que fueron sin duda esenciales para el Proyecto Manhattan, del que Oppenheimer era director. La película nos presenta a un Oppenheimer un tanto heroico, pero oculta que este científico americano, judío de origen alemán, lo que le movió fue su odio a los nazis, llegando a decir que lamentaba no se hubiese lanzado la bomba-A en Alemania en vez del Japón.

Lo más grave en cuanto a omisiones es el no haber mencionado a mujeres universitarias que fueron sin duda esenciales para el Proyecto Manhattan

La circunstancia de que los Oscar se concediesen muy poco después del Día de la Mujer, permite subrayar estas omisiones en la película.

El principio de la bomba A se basa en la fisión nuclear de átomos de uranio. Este proceso fue investigado por científicos alemanes, estando el físico Otto Hahn (Berlín) a la cabeza. A finales de los años 30 descubrió Hahn el fenómeno de que al bombardear con neutrones un átomo de uranio, resultaban dos átomos más ligeros. Hahn tenía en Berlín a Lise Meitner, su compañera de laboratorio, que con la ayuda de Otto pudo escapar a Suecia, antes de que la locura racista nazi le costase la vida, pues era judía. Hahn y su ayudante Strassmann no acertaban a interpretar lo que repetidamente observaban y Hahn se desplazó a Suecia para consultar a Lise Meitner, quien supo explicar brillantemente los experimentos de Han: la fisión o partición del átomo. Fue ella y no Hahn quien descubrió la fisión nuclear, a pesar de que a Hahn le concedieron el Premio Nobel (1944) y ella no recibió ni el más mínimo reconocimiento ni del premiado Hahn ni del Comité Nobel. Y volviendo a Oppenheimer, hay que decir que sin este descubrimiento no hubiese podido realizar su proyecto y es muy injusta la omisión de Lise Meitner en la película de Nolan.

Invisibilizar a mujeres en el campo de la ciencia no es nada nuevo. Injusticias dramáticas para con la mujer de ciencia se conocen desde hace mucho tiempo

La película, producida por Universal Pictures, se proyectó por primera vez en París el 11 de julio del 2023 y el 21 de ese mes en EEUU y UK, recibiendo una excelente acogida, aunque también cosechó aceradas críticas por haber omitido a Lise Meitner, pero también por no haber mencionado a mujeres que intervinieron de manera esencial en el proyecto Manhattan (Lili Hornig, Floy Agnes Lee, Joan Hinton...). Tanto la prensa americana como la europea y la española denunciaron abiertamente esta omisión en el verano de 2023. Si lo traigo nuevamente a a colación es por la cercanía de fechas entre el 8 y el 11 de marzo y por el impacto de la película en cines y en las plataformas audiovisuales.

Desgraciadamente, invisibilizar a mujeres en el campo de la ciencia no es nada nuevo. Injusticias dramáticas para con la mujer de ciencia se conocen desde hace mucho tiempo. Algo que sorprende, particularmente en ciencia, donde el talento, y no el sexo, es lo relevante.

Deseo mencionar el caso de Rosalind Franklin, que ilustra esto. Franklin, científica inglesa, realizó brillantes estudios con difracción de rayos X y fue quien de hecho descubrió la estructura del ácido desoxirribonucleico, el ADN, base molecular de la herencia genética. Sin embargo, el premio Nobel se concedió a dos científicos, James Watson y Francis Crick, que construyeron un modelo 3D del ADN, lo que únicamente pudieron hacer al haber tenido acceso a los hallazgos de Franklin, pero sin consentimiento de ella. En la celebración del Nobel en 1962, ambos científicos omitieron, evidentemente con premeditación, mencionar a Rosalind Franklin, como tampoco lo hizo el Comité del Premio Nobel.

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