La estafa del tocomocho: engañan a una mujer de Tarragona con un boleto falso de lotería

Los ladrones le robaron cerca de 10.000 euros en efectivo, además de varias joyas que la víctima llevaba consigo

04 febrero 2025 17:59 | Actualizado a 04 febrero 2025 20:00
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Una mujer de 78 de Tarragona ha sido víctima del conocido timo del “tocomocho”. Se trata de una estafa en la que los delincuentes convencen a la víctima de que poseen boletos de lotería premiados, pero que no pueden cobrarlos y los manipulan psicológicamente para que entreguen dinero o bienes de valor a cambio del billete. La mujer perdió cerca de 10.000 euros.

Los Mossos d’Esquadra explican que es un timó que lleva más de 40 años en curso.

El inicio del engaño

Los hechos ocurrieron el viernes 31 de enero por la mañana, cuando la mujer caminaba por la Avinguda Catalunya para realizar algunas gestiones. Allí, una mujer de unos 40 años se le acercó y le pidió indicaciones para encontrar la calle del Carmen. Mientras conversaban, la desconocida le explicó que era portuguesa, que había ganado la lotería, pero que no podía cobrar el premio porque trabajaba en negro y no tenía una cuenta bancaria en España.

En ese momento, un hombre pasó cerca de ellas y la anciana lo detuvo para preguntarle si conocía la dirección. La estafadora repitió su historia y, como parte del engaño, ambos fingieron llamar a la ONCE para confirmar el premio. Supuestamente, al otro lado de la línea les aseguraron que los boletos estaban premiados con 6 millones de euros.

Como agradecimiento, la mujer les ofreció a cada uno un décimo supuestamente premiado con 40.000 euros, pero les pidió una garantía a cambio: dinero en efectivo.

Siguiendo con el engaño, el hombre propuso ir a su banco para retirar dinero como muestra de confianza. Subieron al coche y condujeron hasta una sucursal del BBVA. Allí, él regresó con un sobre que, según dijo, contenía 25.000 euros, asegurando que había hablado con el subdirector del banco.

En ese punto, la estafadora presionó a la anciana para que también aportara dinero como garantía. “Mi madre, con miedo de parecer desconfiada, accedió”, relata su hija al Diari. Se dirigieron a una sucursal de La Caixa, donde la víctima retiró 3.000 euros.

Cuando entregó el dinero, la mujer insistió en que era insuficiente comparado con el que había entregado el hombre y le pidió más. Entonces, la llevaron a su casa para que sacara más efectivo. “Le dijeron que no le comentara nada a mi padre”, añade su hija. La anciana subió a su domicilio y cogió entre 6.000 y 7.000 euros adicionales, que también entregó a la mujer.

La estafadora logró convencer a la víctima para que entregara también sus joyas

No conforme con el dinero, la estafadora logró convencer a la víctima para que entregara también sus joyas, una de ellas perteneciente a su abuelo. “Esta es el que más le duele, porque se trata de un objeto con un gran significado familiar”, relata la hija

Antes de despedirse, la estafadora fingió sentirse indispuesta y pidió algo de comer. La víctima bajó del coche para comprarle un bocadillo y, cuando regresó, el vehículo había desaparecido. “Lo peor es que mi madre aún esperó tres cuartos de hora, pensando que tal vez les había parado la policía y volverían”, lamenta su hija.

“Mi madre aún esperó tres cuartos de hora, pensando que tal vez les había parado la policía y volverían”, hija de la víctima

Desde que empezó la estafa hasta que la dejaron en la cafetería, estuvieron más de 3 horas con la mujer llevándola por diferentes puntos de la ciudad.

Recorrido

El engañó empezó a las 10:30 horas en la Avinguda Catalunya, a la altura de la residencia de Sanitas, desde donde descendieron por Joaquima de Vedruna, pasando por la zona de las casas de La Salle, donde estacionaron para que el hombre pudiera ir a su sede bancaria. Luego, tomaron la calle Mossèn Ritort i Faus y continuaron en dirección a Marquès de Montoliu hasta llegar a la Plaça Imperial Tàrraco. Desde allí, iniciaron el ascenso por Lluís Companys hasta Massià Mallol i Bosc, donde la mujer bajó para sacar dinero en efectivo. Después, subieron por Francesc Macià hasta alcanzar la Avenida Argentina, para posteriormente volver a la Avinguda Catalunya.

El trayecto siguió descendiendo por Marquès de Montoliu hasta la intersección con la calle Joana Jugan. Más adelante, pasaron por Maria Claret y regresaron brevemente a la Avinguda Catalunya. Finalmente, el recorrido terminó bajando por Rovira i Virgili donde dejaron a la mujer en la cafetería.

Tras el suceso, la víctima y su familia acudieron a los Mossos d’Esquadra para denunciar la estafa. “Lo más indignante es que la policía nos dijo que la Avenida Catalunya es una zona de robos diarios y, sin embargo, jamás hemos visto patrullas allí”, denuncia la hija de la víctima.

El timo del Tocomocho

Esta estafa, que lleva más de 40 años en funcionamiento, sigue afectando a muchas personas, especialmente ancianos. “Los estafadores saben elegir a sus víctimas: ven a una señora bien vestida y juegan con su psicología para manipularla”, explica la hija.

Ahora, la familia espera que las cámaras de seguridad puedan ayudar a identificar a los responsables. “Queremos que se investigue bien. No puede ser que estas cosas sigan ocurriendo y nadie haga nada”, concluye.

Por su parte, los Mossos aseguran que se trata de un engaño que no va en aumento, pero sigue ocurriendo hoy en día. “Hay muchas víctimas que no denuncian este tipo de estafas porque se sienten avergonzados de haber caído en este timo”.

Desde la policía explican que actualmente, los delitos que están en el punto del día de los ladrones son los virtuales.

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