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El exlíder de la formación en Tarragona denuncia una agresión por parte de un concejal de Salou

19 abril 2024 15:09 | Actualizado a 19 abril 2024 16:01
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Espectáculo esperpéntico el de este viernes en el pleno del Ayuntamiento de Tarragona. El concejal no adscrito y exlíder de VOX en el Ayuntamiento de Tarragona, Francisco Javier Gómez León, ha denunciado durante la sesión plenaria, haber recibido una agresión por parte de un concejal de Salou, Paul Daniel Axinte, también presente en el pleno.

Al salir del pleno, Gómez León se ha dirigido hasta la comisaría de los Mossos d’Esquadra para denunciar la agresión.

Los hechos habrían ocurrido supuestamente durante un encuentro entre ambos políticos a las puertas del salón donde se estaba celebrando el pleno.

Parece ser que Francisco Javier y Paul Daniel se cruzaron y fue en ese justo momento cuando se produjo la agresión. Algunos testigos vieron claramente el golpe, mientras otros –como dos agentes de la Guàrdia Urbana, por ejemplo– aseguran que había sido sin querer.

Sea como sea, es importante conocer el origen del problema. La historia se remonta a finales de marzo, cuando dos de los tres concejales de VOX –Francisco Javier Gómez León y Jaime Duque Moreno–, decidieron abandonar el partido para pasar a la condición de concejales no adscritos.

El de este viernes era el primer pleno con el partido roto y Judit Gómez como única concejala de la formación verde.

La tensión ha estado presente durante toda la sesión entre ambas partes. La concejala iba acompañada de un séquito de voxeros, entre ellos, el concejal de Salou, acusado de agresión.

Tras el encontronazo entre ambos políticos, Gómez León ha entrado al pleno, nervioso, casi temblando.

Se ha hecho con el micrófono y ha denunciado los hechos. «Ahora me veo con la obligación de dar a conocer los motivos por los que hemos tenido que huir de esta banda. Estos señores –refiriéndose a los miembros de VOX– coartan cualquier tipo de libertad y, cuando te desmarcas, te persiguen y te sancionan», explica Gómez León, con dolor en la mirada, quien ha añadido que «no pienso permitir que estos fascistas, lo digo con conocimiento de causa, me hagan esto».

El concejal no adscrito aseguró que son gente «peligrosa». «Nos tratan como apostatas de un secta y nos quieren eliminar», añade.

Tras estas palabras, el alcalde Rubén Viñuales, muy enfadado, ha asegurado que «nunca permitiremos que nadie en este pleno se sienta amenazado ni coaccionado. Todos ustedes –dirigiéndose a los concejales– son representantes de la ciudadanía».

El alcalde ha invitado al presunto agresor a salir del pleno y, tras su inicial negativa, Viñuales no ha dudado en pedir a dos agentes de la Guàrdia Urbana que le echaran. Por su parte, Paul Daniel Axinte aseguraba que salía del pleno «porque él quería» e insistía que no había agredido a nadie, que era mentira.

En un comunicado enviado por VOX, la formación asegura que el concejal de Salou iba mirando su teléfono móvil, cuando se cruzó con el excompañero y, al cruzarse, «se rozaron ligeramente hombro con hombro». Una vez más, VOX voxea. Ahora, en Tarragona.

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