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El rincón de la Costa Daurada donde parece que recorres toda España en pocos pasos

De la Alhambra al gótico catalán: un viaje arquitectónico por España en un pueblo mediterráneo donde no necesitas ni mapa ni maleta

Vista aérea de El Roc de Sant Gaietà.

Vista aérea de El Roc de Sant Gaietà.







FOTO: Cedida

Publicado por
Pau Comelles

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En pleno corazón de la Costa Daurada, escondido entre las rocas y el azul intenso del mar, El Roc de Sant Gaietà  se alza como una pequeña joya arquitectónica que parece sacada de un cuento. Entre patios andaluces, claustros “románicos” y torres “medievales”, esta urbanización de pescadores y museo al aire libre de Roda de Berà (Tarragonès) es un auténtico viaje visual por los estilos y tradiciones de España. ¡ Y sin salir del mismo paseo!

Un patio andalusí en El Roc de Sant Gaietà.

Un patio andalusí en El Roc de Sant Gaietà.

Foto: Diputació de Tarragona

El proyecto nació en 1964, cuando el promotor Gaietà Bori Tallada y el constructor Josep Maria Fortuny Rodríguez decidieron levantar un pequeño pueblo que evocara el ambiente marinero típico del Mediterráneo.

Pero su visión fue más allá: el resultado final es una muestra de un verdadero capricho arquitectónico donde conviven fachadas blancas de inspiración ibizenca, balcones castellanos, patios andaluces, elementos mudéjares... ¡y hasta rincones que imitan la Costa Esmeralda de Cerdeña!

Una de las calles del Roc de Sant Gaietà.

Una de las calles del Roc de Sant Gaietà.Foto: Santi Garcia

Qué ver en El Roc de Sant Gaietà

Un paseo por las calles de esta enclave mediterráneo es un placer visual que sorprende a todo visitante que se adentra en él. Algunas paradas imprescindibles en la visita son:

- El Claustre Romànic: con puertas, vigas y tejas rescatadas de antiguas masías, y una escultura mural del artista Philippe Lavaill.

- La Porta Mora: una entrada de estilo islámico rodeada de detalles mudéjares que recuerdan a la Alhambra de Granada.

- La plaza Gaietà Bori Tallada: presidida por un edificio gótico, cuya escalera es una réplica exacta de la del Palau de la Generalitat de Catalunya.

- El Passatge dels Arcs: quien lo cruza "viaja" a la costa norte de Cerdeña.

También hay espacio para homenajes religiosos y culturales, como un patio sevillano decorado con la imagen de Jesús del Gran Poder o el torreón “medieval” que, aunque falso, le da un aire de cuento de caballeros y castillos de la edad media.

Caminando por El Roc de Sant Gaietà encuentras rincones pintorescos.

Caminando por El Roc de Sant Gaietà encuentras rincones pintorescos.


FOTO: PERE FERRÉ

Arte, cultura, helado y playa... todo lo que necesitas en verano en este rincón del Mediterráneo

El antiguo Club Marítim se reconvirtió en el Centre Cívic La Roca Foradada, con una galería de arte, una sala de actos, el Museu de la Ràdio de Luis del Olmo y el Espai Jujol, dedicado al artista modernista Josep Maria Jujol i Gibert. Su interior mezcla columnas de madera, vidrieras coloridas y una escalera señorial que enamora a los fotógrafos.

Y si el paseo abre el apetito, una parada obligatoria es Cal Sisquet, la heladería local cuyo maestro fue subcampeón mundial de heladería. Probar sus creaciones frente a la Roca Foradada, con vistas al mar, es casi un ritual para quienes visitan el lugar.

Para los que buscan mar y desconexión, El Roc de Sant Gaietà tiene acceso directo a la platja dels Capellans y a la platja de la Pallisseta, dos rincones tranquilos y de aguas cristalinas. Además, desde aquí parte un bonito camí de ronda hasta Torredembarra, ideal para una caminata con vistas inolvidables de la Costa Daurada.

El camino de ronda a su paso por El Roc de Sant Gaietà.

El camino de ronda a su paso por El Roc de Sant Gaietà.

foto: pere ferré

¿Desde dónde y cómo llegar hasta allí?

¡Pues muy fácil! El Roc de Sant Gaietà está en Roda de Berà, Tarragona, fácilmente accesible en coche por la AP-7 o la N-340. También hay estación de tren en el municipio, lo que lo convierte en una escapada perfecta para ir desde Barcelona o Tarragona.

Definitivamente, visitar El Roc de Sant Gaietà es, sin duda, una parada imprescindible para los amantes de la arquitectura y de los pueblos con encanto a orillas del Mediterráneo. Porque no todos los días se puede recorrer un pueblo hecho a medida, donde cada piedra cuenta una historia y cada calle te lleva a un lugar distinto del imaginario cultural de nuestro país.

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