Opinión

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La fuerte subida del euríbor, consecuencia de las políticas del Banco Central Europeo para tratar de reducir la alta inflación, está pasando factura a muchas familias que tienen hipoteca a tipo variable y que están asistiendo a un notable incremento de su cuotas mensuales.

Y es que con el euríbor al 4%, los préstamos hipotecarios se han encarecido una media de hasta 300 euros al mes por la subida de los intereses. Con este desolador panorama, no son pocas las personas que se están planteando la posibilidad de amortizar parcial o totalmente su hipoteca para pagar menos a medio y largo plazo. Una decisión que se ve favorecida por el hecho de que las entidades bancarias no han trasladado ese encarecimiento del dinero a los ahorros de sus clientes.

Cancelar totalmente la deuda supone contar con una cantidad que muchas familias no poseen, por lo que la tendencia apunta hacia una amortización parcial, bien reduciendo el plazo para acabar de pagarla antes (se puede mantener la misma cuota) o reduciendo el montante de las cuotas (el plazo se mantendrá).

Amortizar un préstamo para eludir la subida de los intereses requiere pensar antes si hay operaciones más rentables

La decisión no es sencilla, sobre todo porque en muchas ocasiones existen además comisiones de cancelación por parte del banco. Los expertos recomiendan, antes de tomar cualquier decisión, echar cuentas y ver, por ejemplo, si hay otras posibilidades de inversión que resulten más rentables que amortizar la hipoteca. Y tener muy presente que lo importante a la hora de afrontar una operación de amortización de hipoteca es disponer de liquidez suficiente sin dejar vacía tu hucha de ahorros para poder afrontar con ciertas garantías los imprevistos que puedan aparecer.

En todo caso, es innegable que la subida del euríbor ha supuesto un duro golpe a unas economías familiares ya muy deterioradas por el efecto de la inflación, una pérdida de poder adquisitivo que ya está frenando el consumo y, con ello, la economía.

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