La luna de miel entre Elon Musk, el hombre más rico del mundo, y Donald Trump, el más poderoso, ha durado 130 días. El acompañante indispensable del presidente de los Estados Unidos desde su toma de posesión, el 20 de enero, declaró a la CBS que se encuentra «decepcionado» por los planes de Trump, que no solo no reducirán el déficit presupuestario sino que lo elevarán aún más.
Musk había prometido reducir el déficit en dos billones de euros. No ha llegado al diez por ciento de esta cifra y, de rebote, ha puesto en marcha muchos procesos judiciales que le pueden pasar factura. Su política ha sido despedir funcionarios de un día para otro y cortar ayudas a programas sociales y del Tercer Mundo.
Comprobado: el más rico y el más poderoso no por eso son los más inteligentes.