La DGT ha dado un sabio consejo a los peatones para evitar ser atropellados por algún conductor distraído: «Mírale a los ojos para ver si él te mira. Si no es así, mejor no cruzar».
Desde hace un tiempo vengo fijándome en que actualmente muchos conflictos entre personas se producen o perduran porque mantienen una relación a base de mensajes, en vez de mirarse a los ojos. No es WhatsApp el espejo del alma, sino la cara.
Cuando George H. Bush aspiraba a la candidatura republicana a la Presidencia en 1988, dijo a la convención para que creyeran en su promesa de no poner más impuestos: Read my lips: no new taxes (Leed mis labios: no más impuestos).
Volviendo a los peatones y a los conductores: mírense a los ojos, son ellos los que descubren las intenciones.

Mírale a los ojos