Preparan un segundo informe negativo para parar los nuevos seis parques eólicos de Tarragona

La propuesta de instalar seis aerogeneradores entre Montbrió del Camp y Riudecanyes, así como una nueva línea de alta tensión de casi 30 kilómetros que cruzaría el Baix Camp y el Tarragonès, no ha sido bien recibida por las administraciones ni por la ciudadanía. Desde el primer momento, cuatro ayuntamientos de la comarca encabezaron una oposición rotunda: Riudecanyes, Montbrió del Camp, Vinyols i els Arcs y Riudoms. Son los municipios más afectados por la infraestructura planteada, y ahora estos consistorios están elaborando un segundo informe negativo para intentar detener el proyecto.

Los cuatro ayuntamientos que quieren hacer frente común contra el proyecto ya presentaron un primer informe desfavorable para “pararlo de entrada” ante la Generalitat, que es quien tiene la competencia para detenerlo. Ahora, con más margen de tiempo, han contratado a una empresa especializada y con experiencia en informes contra proyectos de estas características para redactar un segundo documento que detalle los impactos negativos sobre los pueblos y el territorio. Se trata de la misma empresa que trabajó contra la línea MAT (de muy alta tensión) que debía cruzar desde Aragón hasta Barcelona pasando por el Priorat y el Baix Camp.

Oposición a la propuesta

Los cuatro ayuntamientos más afectados se alarmaron al conocer el proyecto. De hecho, el primer informe negativo se elaboró contrarreloj: “Cuando nos presentaron el proyecto, el 21 de octubre, nos dijeron que el último día para presentar informes contrarios y alegaciones era el día 24. Con este primer informe conseguimos que nos alargaran el plazo hasta el día 10 de diciembre”, explicaba el alcalde de Riudoms, Ricard Gili, en una reunión con vecinos afectados el pasado miércoles.

Cada consistorio está organizando encuentros con los vecinos directamente afectados por el proyecto. Destacan la importancia de que todos —afectados y no afectados— presenten alegaciones. Para facilitarlo, cada ayuntamiento ha preparado un modelo de documento para que la tramitación sea lo más sencilla posible. “Esperamos que todos los esfuerzos sumen y que cada granito de arena cuente. Todo lo que sea aportar y sumar, será bienvenido”, anima el alcalde de Vinyols, Arnau Guasch.

El segundo informe negativo se prevé mucho más completo, teniendo en cuenta la experiencia de la empresa que lo redacta. “La esperanza es lo último que se pierde”, remarca el alcalde de Riudecanyes, Ernest Roigé. El documento se centrará sobre todo en el impacto negativo que tendría una instalación de estas características sobre los terrenos y el paisaje. “Muchas de las fincas afectadas tienen potencial agrícola y hay un aerogenerador que estará a 800 metros del núcleo urbano. Los molinos tienen 150 metros de altura y, para hacer llegar las aspas, tienen que construir caminos que son como autopistas. Nos destrozarían todo el término municipal”, lamenta la alcaldesa de Montbrió del Camp, Carmina Blay, el municipio más afectado, con cuatro de los seis molinos previstos.

Otro de los hilos de los que quieren tirar es la finalidad de esta línea. “El proyecto contempla una línea de evacuación, pero la empresa que nos asesora dice que es una línea de transporte camuflada. No es habitual que tenga 30 kilómetros de longitud y sospechan que en un futuro quieran conectar nuevos puntos que se pudieran hacer también más adelante”, explicaba Gili.

El proyecto

La empresa que intenta sacar adelante el proyecto es Tesera Energía SL, de origen madrileño. Proponen seis parques eólicos independientes, con un aerogenerador cada uno. Quieren ubicarlos entre Montbrió del Camp y Riudecanyes, junto a la carretera T-313 que une ambos municipios. En concreto, dos estarían en término municipal de Riudecanyes y tres en el de Montbrió, y cada uno de estos molinos tendría más de 150 metros de altura. Las ubicaciones previstas corresponden a tierras agrícolas catalogadas como no urbanizables.

Para transportar toda la energía generada hasta la Pobla de Mafumet, donde se encuentra la subestación de Repsol, se construiría una línea eléctrica de casi 30 kilómetros. El trazado pasaría por los términos de Riudecanyes, Mont-roig del Camp, Montbrió del Camp, Cambrils, Vinyols i els Arcs, Riudoms, Reus, Vila-seca, la Canonja, Constantí y la Pobla de Mafumet. La línea sería mayoritariamente aérea: 91 torres a lo largo de casi 20 kilómetros. Las torres tendrían una altura mínima de unos 20 metros y se ubicarían entre caminos públicos y fincas agrícolas.

Por otro lado, solo 8 kilómetros del trazado estarían soterrados: el tramo que atraviesa la urbanización de Aigüesverds de Reus, el sector entre la Canonja y Constantí (pasando cerca del aeropuerto), y el tramo de entrada al complejo industrial, al final del recorrido.