Energía
Seis 'molinos' y 30 km de línea de alta tensión: así sería el nuevo parque eólico de Tarragona
La energía generada se enviaría desde el Baix Camp hasta el complejo industrial de la Pobla de Mafumet

Los ayuntamientos de Riudecanyes, Montbrió del Camp, Vinyols i els Arcs y Riudoms expresaron conjuntamente su rechazo al proyecto de la compañía Tesera Energía SL para instalar seis parques eólicos y una línea eléctrica de alta tensión en sus territorios municipales. Se trata de unas instalaciones que conectarían con el complejo industrial de La Pobla de Mafumet para dotarlo de energía. Los consistorios consideran que el plan tendría un «fuerte impacto ambiental y paisajístico» y han reclamado a la Generalitat de Cataluña que paralice su tramitación, ya que aseguran que es quien tiene la competencia para autorizarlo.
Según detallaron en un comunicado conjunto entre los cuatro consistorios, el proyecto prevé la creación de seis parques eólicos (dos en Riudecanyes y cuatro en Montbrió del Camp) con una potencia total de 30 MW y aerogeneradores (molinos) de más de 150 metros de altura. Además, la propuesta incluye una línea eléctrica de evacuación de 27,7 kilómetros, mayoritariamente aérea, con 91 torres de hasta 20 metros de altura, que atravesaría los términos de doce municipios del Baix Camp y del Tarragonès. Esta terminaría en el complejo industrial de La Pobla de Mafumet, donde iría a parar toda la energía generada.
El proyecto
La empresa que está intentando sacar adelante el proyecto es Tesera Energía SL, de origen madrileño. Lo que plantean son seis parques eólicos diferentes, con un aerogenerador cada uno. Pretenden ubicarlos entre Montbrió del Camp y Riudecanyes, en la zona de la carretera que une ambos municipios, la T-313. En concreto, dos estarían en término municipal de Riudecanyes y tres en el de Montbrió, y cada uno de estos molinos tendría una altura de más de 150 metros. Las diferentes ubicaciones previstas corresponden a tierras con actividades agrícolas, catalogadas como no urbanizables.

Para hacer llegar toda la energía desde estos generadores hasta La Pobla de Mafumet, en la subestación de Repsol, se construiría una línea eléctrica de casi 30 kilómetros. Para ello, se pasaría por los términos de Riudecanyes, Mont-roig del Camp, Montbrió del Camp, Cambrils, Vinyols i els Arcs, Riudoms, Reus, Vila-seca, La Canonja, Constantí y La Pobla de Mafumet. De este recorrido, la línea sería mayoritariamente aérea: con 91 torres a lo largo de casi 20 kilómetros del trazado. Serían torres con una altura mínima de unos 20 metros, repartidas entre caminos públicos y campos agrícolas.
Por otro lado, solo 8 kilómetros estarían soterrados: los correspondientes a la zona de la urbanización de Aigüesverds de Reus, entre La Canonja y Constantí (pasando cerca del aeropuerto) y ya en la entrada al complejo industrial, al final del recorrido.
El cuestionamiento de los pueblos
Los cuatro ayuntamientos firmantes del comunicado alertan de que la iniciativa afectaría gravemente a espacios agrícolas y paisajes de valor ambiental, dividiendo fincas y fragmentando la llanura agrícola del Baix Camp, reconocida como un área de alto valor productivo y conector biológico. También advierten de posibles riesgos para la fauna, especialmente para las aves rapaces, y de impactos sobre ecosistemas locales (rieras, vegetación de ribera) y patrimonio cultural (como posibles restos arqueológicos, masías y casas de campo existentes, característicos de los términos municipales).
Además, denuncian que sería una obra que «agravaría la presión sobre el medio rural del Baix Camp, sumándose a otras instalaciones (plantas fotovoltaicas, líneas eléctricas, etc.) que ya consumen suelo y recursos naturales». Un hecho que ellos mismos denominan como una «degradación progresiva del paisaje agrario».
Asimismo, los consistorios cuestionan si «es necesario hacer todo esto» para la «modesta generación de electricidad renovable». Hasta el punto de plantear «hasta qué punto unos parques eólicos de capacidad moderada (alrededor de 30 MW en total, que permitirían abastecer aproximadamente a 15.000 viviendas) justifican la afección permanente sobre áreas de suelo agrícola de gran productividad y valor territorial». Los consistorios también cuestionan la fragmentación administrativa del proyecto en seis parques eólicos de menos de 5 MW cada uno, lo que, según indican, podría responder a una estrategia para simplificar trámites. Reclaman que se analice de manera conjunta, ya que los impactos «se acumulan en el mismo entorno».
Los cuatro ayuntamientos anunciaron que enviarán informes técnicos a la Generalitat para exponer su posicionamiento y también explicaron que ya han solicitado una reunión urgente con los responsables del Departamento de Territorio para tratar esta cuestión. Aun así, «por todos los argumentos expuestos, reclamamos a la Generalitat que lo detenga y escuche las voces del territorio».
El proyecto se encuentra actualmente en fase de exposición pública, durante la cual las administraciones locales pueden presentar alegaciones e informes sobre los posibles efectos en el territorio.