Así será la nueva piscina de Reus: Más metros, menos inversión municipal y 30 años de gestión privada

Duet Spa & Sport asume la obra y explotación del Centre Aquàtic i de Fitness, que agranda las zonas de agua, ejercicio y parking sobre lo inicial. PSC, CUP y Meléndez rechazan el modelo

23 abril 2022 16:00 | Actualizado a 23 abril 2022 16:23
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Duet Spa & Sport SLU, la única empresa que presentó propuesta al concurso, se hará cargo de la obra de construcción y la explotación del Centre Aquàtic i de Fitness (CAIF) de Reus, la futura piscina cubierta. El pleno le adjudicó ayer la concesión, con algunas variaciones sobre la idea inicial, pese al voto en contra del PSC, la CUP y el concejal no adscrito Raúl Meléndez, que hablaron de «oportunidad perdida», criticaron los 30 años de gestión privada que le esperan al equipamiento –el planteamiento inicial preveía hasta un máximo de 35– y acusaron al gobierno de «hacer la competencia a los clubes». Cs votó a favor.

Según detalló ayer la concejala de Hisenda, Mariluz Caballero, la oferta de Duet Spa & Sport SLU ha reducido el plazo para levantar el complejo anejo al Pavelló Olímpic de 36 a 26 meses, el período de explotación pasa de 35 a 30 años, la aportación económica municipal será de 700.000 euros en lugar de 1.400.000 y el canon anual se incrementa de los 10.000 a los 25.000 euros.

Todos los espacios crecen: si en un inicio se habían considerado 580 metros cuadrados de lámina de agua, ahora serán 657, la superficie de fitness aumenta de 583 a 965 metros, la de salas de actividades pasa de 521 a 795 y se reservarán 600 metros cuadrados en la cubierta del edificio que no existían. El espacio de juegos y urbanización pasa de 1.200 a 1.500 metros. Y el aparcamiento, que iba a contar con 80 plazas, albergará 120 vehículos. El ámbito abarca 8.000 metros cuadrados y la construcción, 5.000. El CAIF absorberá 4.000 socios, a precio un 4% menor que al principio.

En cuanto al personal adicional, el CAIF tendrá un director deportivo, un jefe de mantenimiento y un técnico sanitario. El pleno acordó ayer la inadmisión de alegaciones registradas por el grupo del PSC durante la presentación de ofertas a la licitación del CAIF porque, como precisó Caballero, «la normativa no permitía que se hiciesen en ese momento, es un tema jurídico».

El jefe de la oposición, Andreu Martín (PSC), lamentó que «no se haya realizado un análisis para dirigirse, por ejemplo, a las personas que se van fuera de la ciudad» en busca de este servicio «y entonces empezaríamos a entender cuál es la gestión y cómo hacerlo». «Es una oportunidad perdida y veremos la herencia de esta gestión», señaló, y destacó que «el gobierno puede evitar el agravio hacia instalaciones ya existentes si nos orientamos a las personas que no usan láminas de agua ahora por alguna razón».

El concejal cupaire Edgar Fernández destacó que «el proyecto blinda un modelo de ciudad alejadísimo del nuestro» y «no entendemos a dónde se quiere llegar». Fernández recordó la situación del Reus Ploms y que «propusimos municipalizarlo para garantizar que siga, pero aquí estamos solo para que alguien haga negocio y pagar cuando no funcione». Se dirigió al concejal de Esports, Pep Cuerba: «Le daremos un flotador cuando su proyecto haga aguas. Nos dará pena, pero le habremos avisado», dijo.

Meléndez incidió en que «de 20 empresas interesadas, solo una presentó oferta», un síntoma, añadió, de «la falta de viabilidad de un proyecto que no es público-privado sino privado por 30 años». «El gobierno ha mercantilizado el deporte acuático en Reus, con precios de los carnets más altos que el Ploms o el Reus Deportiu y duplicando los de los municipales de otras poblaciones», valoró, y puso el foco en que «se pierde una ocasión para facilitar el acceso a una actividad necesaria». «Las alegaciones del PSC no tenían recorrido y nosotros estamos conformes con la adjudicación», apuntó desde Cs Débora García.

Caballero sostuvo en todo momento que «el expediente ha pasado todos los estudios, los trámites y las aprobaciones pertinentes» e insistió en que es «muy riguroso, no se ha hecho de cualquier manera». Duet Spa & Sport SLU deberá redactar los proyectos, ejecutar la obra, gestionar el centro, hacer el mantenimiento y también adaptarlo a los requerimientos funcionales.

La concejala de Hisenda repasó los principales datos de la liquidación 2021 del Ayuntamiento: 1,8 millones de remanente libre y un 94,7% de ejecución del presupuesto. La CUP –que denunció el escaso margen para consultar miles de folios– y Meléndez votaron en contra de la modificación de crédito para destinar el remanente a planes de ocupación, empresas municipales, consumos de luz y agua o la crisis de Ucrania. El PSC se abstuvo.

El pleno acordó la concesión del título de Fill Il·lustre a Joaquim Mallafrè, una Menció Honorífica al Gremi de la Construcció del Baix Camp y la Medalla de la Ciutat a Oriol Tarragó. Y aprobó la adhesión a la Associació Espais Escrits y a la Associació de Municipis per a la Mobilitat i el Transport Urbà, los precios del Trapezi y una prórroga del Pla LGTBI+. Los informes de los planes parciales C.7 Granja Gil, C.3b Barranc dels Capellans y A.10 Mas Cort recibieron luz verde, así como modificaciones de los sectores G.6 Urbanització Mercader y H.9 Aigüesverds II.

Todas las mociones, al cajón

Los grupos de la oposición presentaron cuatro propuestas y dos mociones. Ninguna de ellas prosperó. Aun así, destaca que dos de ellas obtuvieron el apoyo de toda la oposición, pero no del equipo de gobierno.

Sucedió en las dos presentadas por el PSC: una referente al fomento y financiación de la educación de los 0 a 3 años, y otra «para activar y recuperar los centros de salud y sociales públicos parados en los últimos años», refiriéndose al dispensario del barrio Gaudí, la cuarta planta de la residencia de Horts de Miró y el desdoblamiento del CAP Sant Pere. Sobre este último caso, el concejal de Salut, Òscar Subirats, defendió que la propuesta del grupo socialista estaba «descontextualizada». «Creo que no ha leído la moción. Puedo entender que no sea de su agrado, pero eso no significa que no sea necesario», espetó la socialista Anabel Martínez.

Sobre la propuesta para el fomento y la financiación de la educación entre los 0 y 3 años, el PSC propuso trabajar para la universalización de la Educación Infantil. También aquí el PSC encontró el apoyo del resto de grupos de la oposición, pero no del gobierno. De hecho, el concejal de Educació, Daniel Recasens, tachó la propuesta de «moción franquicia».

La lengua fue otra cuestión que centró parte de los debates. Un tema que surgió con la propuesta de la CUP para una escuela pública y en catalán y, posteriormente, en una moción de Cs para la creación de un nuevo concurso literario «donde los participantes, sin distinción de género, puedan presentar las obras en cualquiera de las dos lenguas oficiales de Catalunya». Al final, ninguna de las dos tiró adelante, aunque el debate cogió tonos poéticos y varios concejales hicieron largos repasos de figuras literarias. La cupaire Marta Llorens terminó una de sus intervenciones recordando una intervención de Joan Fuster: «(...) Qui assegura que tant se val l’una com l’altra [de lengua], només intenta convèncer que l’una no val tant com l’altra i que per, consegüent, tant se val si l’abandonem».

Tampoco prosperó una propuesta de Cs referente a la reducción de la inflación ni una moción de la CUP para «una buena implantación del Mercat de Pagès del Baix Camp».

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