Salud

Tu peor enemigo puede ser tu mente: así opera el autosabotaje

Morderse las uñas, procrastinar... Cómo el cerebro convierte pequeñas manías en mecanismos de supervivencia

La mente nos intenta proteger con acciones que son instinto de supervivencia.

La mente nos intenta proteger con acciones que son instinto de supervivencia.Getty Images

Maria Pedrerol
Publicado por
Guillermo López
Redacción

Creado:

Actualizado:

En:

Las neuronas del cerebro pueden hacernos creer cosas que no existen, se anticipan a nuestras decisiones, se activan selectivamente frente a estímulos visuales e interaccionan entre sí para guardar la información que conforma nuestra memoria. Así lo describen varios libros del neurobiólogo y divulgador Rodrigo Quian Quiroga, actualmente científico de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) en el Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona.

Cuando estamos nerviosos puede que nos sorprendamos mordiéndonos las uñas, retorciendo nuestros dedos, arañándonos esa pequeña pústula o incluso dándonos pequeños golpes con un bolígrafo o con algo más pesado.

Estos comportamientos tienen su origen en el instinto de supervivencia. Es como si el cerebro prefiriese lidiar con la certeza de una amenaza controlada y conocida antes que afrontar un riesgo presuntamente mayor. Nuestro sistema de alerta o amenaza –y hasta miedo– dispara procesos neuronales que tienden a valorar diferentes situaciones que predigan lo que va a ocurrir y que solventen la amenaza. Neurotransmisores como la noradrenalina, la dopamina o el glutamato estimulan los sentidos y la actividad neuronal para responder a la amenaza y asegurar la supervivencia.

El mayor problema de comportamientos de autosabotaje es que, a menudo, se convierten en profecías autocumplidas. Nuestra percepción exagerada de lo buenos que somos en algo pueden llevar a “dormirnos en los laureles” y llegar a un rendimiento inferior al que obtendríamos de haber prestado atención. En el polo opuesto, nuestro miedo a fallar puede hacer que no aceptemos retos o que evitemos situaciones que podríamos haber enfrentado sin problemas.

Heriot-Maitland plantea terapias psicológicas conducentes a reducir la necesidad de autoinfligirse daño y, a la vez, afrontar la realidad con menos angustia y estrés. Conociendo la naturaleza del problema se puede abordar su tratamiento. Aunque en este caso, el problema radica profundamente en nuestra evolución y la necesidad de supervivencia.

tracking