Robo violento
Atraco mortal en Cambrils: 15 años del robo que mató a Estela Calduch en la sucursal del Banco Santander
El 25 de octubre de 2010, un robo fallido terminó con el asesinato de una joven cajera natural de La Ràpita. Esta semana, otro atraco con arma de fuego en Montbrió del Camp ha sobrevolado la tragedia de la villa marinera

Atraco sucursal Banco Santander de Cambrils 25 de octubre de 2010.
Montbrió del Camp 9 de la mañana. Un atracador, un arma de fuego corta y una sucursal de CaixaBank. El robo violento se consuma y nadie resulta herido, solo sufre las amenazas del delincuente. La búsqueda del atracador está activada y la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos están en ello.
El atraco perpetrado este jueves 23 de octubre coincide con otro de características similares que terminó en tragedia. Estela Calduch, una joven cajera de La Ràpita moría al recibir un disparo en la cabeza en su lugar de trabajo, una sucursal del Bancxo Santander de Cambrils. De aquel asesinato, este sábado se cumplen 15 años.
El 25 de octubre de 2010, poco antes de las nueve de la mañana, Cambrils vivió un suceso que marcaría a la ciudad durante años. Dos hombres armados irrumpieron en la sucursal bancaria de la calle Roger de Llúria, donde trabajaban tres empleadas. Estela Calduch, de 25 años y vecina de La Ràpita, acababa de abrir la oficina al público y se encontraba en la caja cuando uno de los atracadores disparó. La bala, que rebotó en la bandeja metálica del mostrador, acabó con su vida en el acto.
El robo duró menos de un minuto y los delincuentes huyeron sin llevarse dinero. La conmoción en Cambrils y La Ràpita fue inmediata y llevó a una investigación conjunta entre Mossos d’Esquadra, Guardia Civil, Ertzaintza y Policía Nacional, una de las primeras operaciones coordinadas de este tipo en España.
Las pesquisas se centraron en las imágenes de seguridad que mostraban a los asaltantes con pelucas y barbas postizas, pero un detalle clave permitió avanzar: la forma de la oreja del principal sospechoso coincidía con la de Manuel Amancio Álvarez, alias “el Bravo”, miembro de una red vasca especializada en robos a bancos.
Álvarez fue detenido en marzo de 2011 y, tras años de retrasos judiciales, fue condenado en 2017 a 21 años y medio de prisión.
Posteriormente, un segundo atracador fue juzgado en 2018, admitiendo su participación pero negando haber disparado. Los juicios y las investigaciones confirmaron que el atraco no tenía como objetivo causar daño, pero la bala que terminó con la vida de Estela convirtió un robo frustrado en un homicidio.