La mitad de La Pobla de Montornès está sin agua potable

La situación del suministro de agua en La Pobla de Montornès es preocupante. La mayor parte del núcleo del pueblo (excepto las calles Closa Nova y Closa Vella) y la urbanización Poblamar en su totalidad, están afectado por la falta de agua potable. En cambio, las urbanizaciones del Castell y Flor de l’Ametller se abastecen directamente del llamado pozo de Rubials, del cual se extrae agua de boca en condiciones de salubridad. Todo lo contrario ocurre en el pozo del Escorxador, el cual fue clausurado hace unos meses por superar los nuevos límites legales de PFAS (compuestos químicos regulados desde 2025).

Pero ante la falta de agua y los bajos niveles de los pozos de Flor, Mort i Rubials –así como el incremento del consumo y picos insostenibles los fines de semana–, el Ayuntamiento de La Pobla decidió el pasado viernes, «reabrir con carácter provisional y de forma controlada el pozo del Escorxador, con agua no apta para el consumo humano, previa aprobación del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya», indica al Diari Nadine Osaer, primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de La Pobla y concejala de la Xarxa d’Aigües.

Pozo no potable

La medida se ha tomado para evitar cortes generales de agua, como el que afectó durante más de doce horas: entre las siete de la tarde del domingo 15 y las once de la mañana del día siguiente, lunes 16.

El agua, no apta para la ingesta, únicamente se puede utilizar para la ducha, lavadoras y lavaplatos, limpieza doméstica y lavabos, con el consiguiente malestar que ha generado entre el vecindario, que ha manifestado públicamente sus protestas «por la falta de soluciones y por si tendremos que pagar igualmente las facturas del servicio a Aqualia», que es la empresa que gestiona la red de abastecimiento de aguas en la localidad.

Hay dos puntos públicos donde mana agua potable gratuitamente: en el aparcamiento de la antigua estación del tren y en la fuente de la calle Girona, por lo que la imagen de antaño de ir a por agua a la fuente se ha revivido estos días.

Ante esta situación, el Ayuntamiento ha celebrado dos asambleas abiertas para informar al vecindario. La primera, el pasado día 18, convocó a los vecinos del núcleo urbano y de Poblamar y al día siguiente, jueves, a los residentes en El Castell y Flor de l’Ametller. En ambas asambleas les transmitió un mensaje de calma y les informó de las medidas adoptadas para reforzar el suministro: la recuperación del Pou de Flor y también la compra de cubas de agua «como venimos haciendo desde mediados de junio, para asegurar el suministro los meses de verano», afirma Osaer. Asimismo, se procederá a la renovación de la red distribuidora de aguas para reducir fugas y mejorar la eficiencia y la ejecución del proyecto de conexión al Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT).

El Ayuntamiento, a través de un comunicado, asegura que se están renovando tramos de la red para evitar fugas y también está haciendo un estudio técnico para implantar un sistema de tratamiento efectivo que elimine los PFAS y permita recuperar el Pou de l’Escorxador con garantías.

Por su parte, las personas con movilidad reducida o dificultades para desplazarse pueden solicitar la entrega de agua potable a domicilio llamando a un número de teléfono.