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Pesca

Los pescadores de Tarragona amarran las barcas al quedarse sin días para faenar

El colectivo del arrastre avanza un mes y medio la veda biológica a la espera de que Europa amplíe las cuotas. Los marineros quieren guardarse algunos días para poder pescar en Navidad

Ayer fue el último día que las embarcaciones salieron a la mar.

Ayer fue el último día que las embarcaciones salieron a la mar.
Foto: Àngel Ullate

Carla Pomerol

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Los pescadores del arrastre de Tarragona amarran sus embarcaciones al quedarse sin días para faenar cuando todavía quedan cuatro meses para acabar el año. La flota tarraconense ha decidido avanzar la parada biológica que tenían prevista para principios de noviembre y ayer fue el último día que salieron. "No les quedan días. A la mayoría se les han acabado, y a los que no, quieren guardarse los pocos días que les quedan para poder salir a pescar en Navidad, cuando el pescado se paga mejor", explica Rosa Sans, desde la Confraria de Pescadors de Tarragona. 

El colectivo lleva años sufriendo las restricciones que impone la Comisión Europea con el argumento de preservar el ecosistema marino -según explican desde Europa-. El golpe final, y el más duro, llegó a finales del año pasado, cuando la administración estipuló un máximo de 130 días por embarcación para salir a pescar en el Mediterráneo. 

"Una auténtica locura. Pretenden que trabajemos menos de medio año. ¿Qué empresa puede mantenerse así?", se pregunta un pescador de El Serrallo. Todas las protestas y manifestaciones no sirvieron de nada. 

Ahora, a principios de septiembre, muchas de las embarcaciones se encuentran con qué ya se les han terminado los días para pescar. "El máximo eran 130 días, pero hay barcas que solo tienen 100 o 118. A estas ya se les ha acabado faenar", dice Sans. 

Intentando convencer a Europa

La situación para el sector es tan extrema que, desde este año, la Generalitat de Catalunya se ha puesto manos a la obra para intentar convencer a Europa que el mar Mediterráneo es rico y que hay stock suficiente como para que las pocas embarcaciones que quedan en Catalunya puedan salir a faenar. 

Para ello, el ente autonómico ha formado un comité de expertos, liderados por el Institut Català de Recerca per la Governança del Mar (ICATMAR). El objetivo es demostrar a Europa que los informes y estudios elaborados desde aquí y que determinan que el mar está en buenas condiciones, están bien fundamentados. 

Esta es la última esperanza para que Europa ceda un poco y abra las cuotas de pesca para los cuatro meses que quedan de año. Justo por eso, la flota de Tarragona ha decidido para y cruzar los dedos para que la administración dé más días.

Fuentes de la Generalitat explican al Diari que el pasado sábado se reunieron la comisión de expertos para valorar si ampliar o no las jornadas laborales. "Estamos a la espera del veredicto que, según nos dicen, debe conocerse esta semana", explican desde el ente autonómico, quienes añaden que "veremos si ha servido de algo todo lo que les hemos explicado durante estos últimos seis meses". 

La esperanza sigue viva, ya que el año pasado Europa acabó cediendo y dando más días. 

La veda de Tarragona

En un principio, Tarragona tenía previsto parar durante todo el mes de noviembre. Finalmente, hace unos días, la Confraria decidió tomar la decisión de avanzar la veda para que así algunas embarcaciones pudieran guardar algunos días para pescar en Navidad. "Si la cosa no cambia y no nos dan más días, la realidad será que, a partir de octubre, ya no habrá pescado en el mercado. Se habrán agotado todos los días para todas las embarcaciones", dicen desde la Confraria de Tarragona.

"Las administraciones, tanto la catalana como la española, nos dicen que estemos tranquilos, que la cosa mejorará. Pero todo son palabras, no hay hechos. La incertidumbre de no saber si podrán salir a faenar o no está matando a los pescadores", explica Luis, un patrón.

La situación afecta directamente a un total de 22 embarcaciones, y más de 120 familias, quienes ven comprometidos sus ingresos principales. El ambiente en El Serrallo es de preocupación absoluta.

Además, estas medidas restrictivas que impone Europa, no solo perjudican a la flota de arrastre. También las pescaderías de la ciudad, quienes se verán obligadas a comprar pescado de fuera de Tarragona, lo que implica que el producto sea más caro y de peor calidad para el consumidor final, es decir, para la ciudadanía. 

A los tribunales

Según declaraciones del presidente de la Federació Nacional Catalana de Confraries, Antoni Abad, en la ACN, pide que "alguien ponga seny" para eliminar las restricciones que les impide a los pescadores salir a faenar más de 130 días y no descarta llevar esta situación a los tribunales. 

Abad advierte que hay muchas embarcaciones paradas y se queja porqué, según los científicos, "los caladeros están bien y ya se han recuperado". Por eso, el presidente exige que no se hagan "parches" como restar días de pesca del 2026 porque "no sirve de nada". Abad advierte que se está trabajando para mover ficha en la vía judicial. 

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