¿Por qué hay una calle dedicada a Tarragona en Australia? La historia de un homenaje involuntario

A más de 14.000 kilómetros de la Península Ibérica y a un océano de distancia de la costa catalana, existe un pequeño pueblo pesquero donde es posible circular por Tarragona Loop, una calle curva y tranquila que, junto a Barcelona Drive o Catalonia Street, forma parte de un callejero que parece más propio de España que del remoto desierto australiano.

El lugar se llama Cervantes, está situado 200 kilómetros al norte de Perth, en Australia Occidental, y en los últimos días se ha vuelto viral tras un vídeo de TikTok que mostraba su sorprendente colección de calles con nombres españoles: Sevilla, Valencia, Madrid, Pamplona, Cádiz o Aragón… y, por supuesto, Tarragona, cuyo nombre aparece tanto en Tarragona Loop como en el cercano parque Catalonia Park.

Un homenaje… que nació de un error

La presencia de tantos topónimos españoles —y catalanes en particular— tiene una explicación tan curiosa como improbable. El origen se remonta a 1844, cuando el barco ballenero Cervantes, de bandera estadounidense, naufragó frente a la costa. Aunque no estaba dedicado al escritor Miguel de Cervantes, el malentendido cuajó un siglo más tarde: cuando en los años 60 se fundó oficialmente el pueblo, se dio por hecho que el nombre rendía homenaje al autor del Quijote.

Esa interpretación errónea llevó a crear un callejero de temática española, de ahí que Tarragona, Girona, Barcelona o Andalucía den nombre a avenidas y plazas en un lugar habitado por menos de 500 personas.

Hoy, una escultura de don Quijote y Sancho Panza recibe a los visitantes a la entrada del pueblo, como si esa confusión histórica nunca hubiese sido tal, mientras el nombre de Tarragona aparece fijado en un cartel metálico a 14.471 kilómetros de su homónima mediterránea.

Un pueblo diminuto con un alcance inesperado

El reciente vídeo viral —publicado por un usuario australiano sorprendido al descubrir Tarragona Loop en Google Maps— ha reavivado el interés por este enclave costero cercano al impresionante Desierto de los Pináculos, uno de los paisajes más surrealistas del país.

Así, la localidad de Cervantes se ha convertido en un pequeño fenómeno en redes sociales: un lugar donde la historia, el azar y un naufragio del siglo XIX han logrado que Tarragona tenga, sin quererlo, su propia calle en Australia.