La nueva plusvalía reducirá un 40% el recibo aunque TGN la situará en el máximo legal
La actualización del tributo que grava el incremento del valor de un inmueble se encarece si la operación se hace en los cuatro primeros años pero se rebaja mucho a partir del quinto

La transmisión de los inmuebles tras más de veinte años tendrán este 2022 una reducción en la plusvalía de más del 22%.
El recibo de la plusvalía se reducirá este año en un 40% pese a que el Ayuntamiento de Tarragona la situará en el máximo legal. Así lo aprobará mañana el Saló de Plens de la Plaça de la Font, en un pleno extraordinario que servirá para adaptar la modificación del impuesto a las ordenanzas fiscales de 2022. La votación se impulsará con el sí del gobierno municipal (ERC-Junts per Tarragona-CUP) y el apoyo del PSC y de En Comú Podem, los dos partidos que –desde el Gobierno Central– propusieron en noviembre la reforma del tributo para adaptarlo a la sentencia del Tribunal Constitucional. Pese a ello, los socialistas critican que el Consistorio no haya hecho uso de su potestad por rebajar los varemos previstos.
Las principales novedades del nuevo redactado son, por una parte, que no se pagará nada si durante el tiempo de adquisición y de la venta no se ha producido un incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana, mientras que también cambia el método de cálculo, que tendrá dos opciones. La primera opción se paga en base a la diferencia entre el valor de compra del terreno y el de transmisión (o sea, según el precio), mientras que la segunda se estipula según una actualización de los coeficientes que ya se usan a día de hoy para definir el impuesto.
De hecho, según se aprecia en el cuadro de coeficientes modificados, la filosofía de la plusvalía será la de «frenar la especulación», según indica el concejal de Serveis Centrals, Jordi Fortuny (ERC). Por este motivo, el nuevo recibo se disparará si la operación se realiza en los primeros cuatro años, mientras que bajará en picado a partir del quinto. Por ejemplo, por un inmueble cuyo valor catastral sea de 20.000 euros, la cifra a pagar se multiplicará por cuatro si la transmisión se lleva a cabo en el primer año desde su adquisición, pasando de los 222 euros de 2021 a los 780 de este año. Y la cifra se doblará si la venta se efectúa en el segundo ejercicio (de 444 a 900).
Asimismo, a partir del año cinco, la factura se empieza a reducir. Así, en este ejercicio el inmueble valorado catastralmente en 20.000 euros pasaría de un recibo de 1.100 euros a otro un 7% inferior (1.020). Esta reducción es paulatina a medida que va pasando el tiempo de meritación. Así, la rebaja del tributo llegará al 20% en el sexto año –de 1.188 a 960 euros–; al 63% en el octavo (de 1.584 a 600); y al 80% en el año 13 (de 2.340 a 480). Precisamente, entre los años 5º y 13º son las franjas temporales más beneficiados. A partir de este último ejercicio, la reducción se modera. En el 14º, la bajada respecto a 2021 será del 77% (de 2.520 a 600); del 66% en el 16º (de 2.784 a 960); y del 50% en el año 18 (de 3.132 a 1.560). A partir del vigésimo ejercicio el porcentaje ya se estabiliza en el 22,5%, pasando de 3.480 a 2.700 euros.
Fortuny reitera que la actualización del impuesto se lleva a cabo «sin que aumente el recibo», y lamenta que la modificación «se ha tenido que llevar a cabo a raíz de la burbuja inmobiliaria y del hecho que «la actualización del valor catastral debería ser más ágil». En global, el cálculo de los técnicos municipales es que, con el nuevo sistema de la plusvalía, la recaudación bajará un 40% respecto a lo previsto inicialmente para 2022. Así, se pasará de una previsión de ingresos de 8 millones de euros a otra de 4,9, lo que supone una pérdida de tres millones de euros para las arcas municipales.
Sandra Ramos, portavoz del PSC, confirma que su formación no se opondrá a la modificación del tributo, pero muestra su sorpresa por el hecho de que el ejecutivo del alcalde Ricomà (ERC) «apuesta por adaptarlo en su franja más alta». «Pese a la inflación y a las consecuencias en los precios que puede tener la guerra en Ucrania, tenemos la sensación que el gobierno municipal lo fía todo al incremento de impuestos y no a la dinamización de la actividad económica», indica la portavoz socialista. Pese a ello, la nueva plusvalía recibirá mañana el OK de la Plaça de la Font.