Noemí Llauradó (Reus, 1978) será la presidenta de la Diputació cuatro años más. Entre 2019 y 2023 lo fue a raíz de un pacto con Junts per Catalunya y, el pasado mes de julio, volvió a ser investida para seguir en el cargo, esta vez tras materializar un acuerdo con el PSC del alcalde tarraconense Rubén Viñuales.
¿Qué espera de estos próximos cuatro años?
La Diputació debe continuar liderando el territorio para reforzar las diez comarcas. Reunimos las condiciones para ser uno de los lugares con una mayor calidad de vida de nuestro entorno más inmediato.
Hay realidades muy distintas en las diez comarcas.
Sí, debemos encontrar el equilibrio entre los municipios más pequeños y los que tienen un comportamiento más metropolitano. Nos debemos a los dos.
Los más pequeños están sufriendo la despoblación desde hace tiempo.
El objetivo es el equilibrio territorial, entendido como el derecho de toda persona, independientemente dónde viva, a tener un acceso fácil a los servicios básicos como la escuela, la sanidad, el ocio o la vivienda. Esto lo potenciamos con las mejoras en nuestra red de carreteras, el impulso de la fibra óptica con la Generalitat o la colaboración con los ayuntamientos en políticas de vivienda para que adquieran inmuebles para rehabilitarlos y frenar el despoblamiento.
Este verano se está llegando a temperaturas récord, hay las primeras restricciones de agua... ¿Harán alguna acción especial para el cambio climático?
La sequía será una de las cuestiones a abordar. Queremos ver cómo podemos ayudar a que los municipios sean más resilientes contra ella. Debemos coordinarnos con el ACA por el agua y apoyar a los ayuntamientos, como ha sido el caso de L’Espluga de Francolí.
¿Los municipios deberán repensarse con el nuevo contexto climático?
A través del Pla d’Acció Municipal (PAM) priorizaremos que mejoren las infraestructuras de conducción y abastecimiento de agua para que sean más eficientes.
¿Qué le parece el impulso que Viñuales (Tarragona) y Guaita (Reus) quieren dar a la futura Regió Metropolitana para que sea una realidad administrativa?
La Diputació será la gran aliada de estas acciones y comportamientos. De hecho, así lo tenemos previsto en el pacto de gobierno. Lo que es importante es que sea útil para toda la ciudadanía. El ejemplo sería el TramCamp, muy exigido por el territorio para facilitar la vida y vertebrar la movilidad territorial.
Su socio de gobierno, Rubén Viñuales (PSC), no lo ve claro.
Porque debe analizarse y estudiarse. De hecho, el proyecto está ahora en esta fase, con las aportaciones que deberán hacer los ayuntamientos y la propia Diputació. Será un elemento esencial que supondrá un antes y un después en la movilidad del Camp de Tarragona.
¿Qué ámbito territorial debe ocupar la futura Regió Metropolitana de Tarragona?
Lo más importante es ver la realidad y el comportamiento, y esto debe trasladarse a una cuestión más formal.
¿Debe ser una nueva capa administrativa?
Depende, no hay una fórmula única. No es tan importante cómo hacerlo sino para qué se hace. ¿Para qué la queremos? No obligatoriamente debe constituir nada nuevo, simplemente puede ser una manera de actuar de forma mancomunada en materia de aparcamiento, servicios funerarios –como FuneCamp– o movilidad para beneficiar a la ciudadanía.
El contexto es complejo, vienen de un mandato marcado por la covid y la inflación por la guerra en Ucrania.
Ha sido complicado, pero hemos estado a la altura. Nos reiventamos para hacer cosas que nunca habíamos hecho desde el teletrabajo. Aceleramos cuestiones previstas a medio plazo para avanzar en la transformación de nuestro territorio.
Han cambiado de socio, han roto con Junts per Catalunya y han pactado con el PSC. ¿Qué les une con los socialistas?
Somos las dos principales fuerzas de los partidos judiciales de Tarragona. Las negociaciones se desarrollaron pensando en qué proyecto puede tirarse adelante, teniendo en cuenta las líneas a ejecutar. Y con el PSC hay una serie de cuestiones que coincidimos para reforzar las diez comarcas, potenciando el turismo, el sector industrial, la innovación y la cultura, la educación, la transferencia de conocimiento y el proyecto de la Savinosa.
¿El ‘hub’ cultural de la Savinosa será una prioridad este mandato?
El proyecto avanza, queremos que esa finca sea el ecosistema de la cultura.
¿En qué punto está ahora su tramitación?
Ya se está trabajando con la empresa pública estatal Tragsa en el proyecto del camino de ronda. La idea es que tengamos este proyecto en otoño para presentarlo a Costas del Estado.
¿Cuándo empezarán las obras?
Antes de verano de 2024, en mayo o junio. Las actuaciones durarán seis meses, el objetivo es tenerlo listo al final del próximo año o principios de 2025. De esta forma, daremos respuesta a una de las grandes reivindicaciones de la ciudadanía de Tarragona para tener un paso más fácil y ameno para poder pasar también en bicicleta. La inversión será aproximadamente de un millón de euros, que lo pagará el Estado a través de un Next Generation. Nosotros financiamos el proyecto y el Ayuntamiento realizará el mantenimiento.
¿Se trata de la primera gran actuación de la futura Savinosa?
Sí, será un punto de inflexión. Después ya vendrá la segunda fase, que será la más trascendente.
¿Cuándo se pondrá la primera piedra de la segunda fase, la constructiva?
En estos momentos estamos con el plan funcional de concreción de usos. A nivel técnico ya se ha hablado tanto con el consistorio como con el Govern. El objetivo es que a finales de agosto este plan se presente ya al Ayuntamiento, que es el que deberá hacer los trámites para que sea aprobado por la Generalitat y podamos hablar del hub cultural.
¿El paso de trenes con mercancías peligrosas puede afectar a tener el ‘OK’ de Protecció Civil?
Según las conversaciones que hemos mantenido, no es un obstáculo. Sí que afectaba a los proyectos anteriores, pero el de ahora es asumible. Es muy potente y transformador.
¿El coste global del proyecto será de 50 millones de euros?
Aproximadamente, pero no está acabado de concretar. No tenemos el proyecto ejecutivo.
¿La inversión la asumirá íntegramente la Diputació?
Tenemos robustez económica, no para la totalidad de lo que pueda costar, pero la administración que puede ser capaz de afrontarlo es la Diputació. Podemos pedir algún crédito y buscar financiación externa. También pueden colaborar otras instituciones.
¿El plan es inaugurar la nueva Savinosa en 2030?
Como muy tarde, sí, en 2030. Queremos ser prudentes, no nos gusta ponernos límites temporales que nos encorseten. Esto sí, las obras empezarán este mandato, en dos ó tres años.
La alineación política, ahora, es total: tiene al alcalde de Tarragona de vicepresidente primero de la Diputació.
En el anterior mandato ya había alineación directa con Pau Ricomà, quien en su momento también fue diputado provincial.
A Ricomà no le ha gustado el contenido del pacto con el PSC.
No es que no le haya gustado el pacto, sino la designación de un personal eventual.
Dice que se ha hecho «una operación de blanqueo indigerible» con el caso Inipro.
Se ha apuntado a la designación de un jefe de gabinete, pero estos son asignados por las personas a las que se dará confianza, que en este caso es el vicepresidente Viñuales. No lo he propuesto yo.
¿Ha hablado sobre este tema con Pau Ricomà?
Sí, tenemos muy buena relación. Son planteamientos, pero este cargo eventual es a propuesta del señor Viñuales.
El perfil oficial de ERC Tarragona ha retuiteado el tuit crítico de Ricomà. ¿Hay crisis interna en Esquerra por esta cuestión?
En absoluto. En ERC hay una estructura muy sólida, tanto a nivel nacional como regional. Tenemos muchos retos importantes, tanto en ayuntamientos, la Diputació o en la Generalitat.
Han pactado con el PSC en Reus, Salou y en las diputaciones de Tarragona y Barcelona. ¿Se está iniciando un nuevo ciclo político?
Responde a lo que la ciudadanía quiere. Somos las dos fuerzas más votadas en Reus y en la Diputació.
Se hace difícil de creer que el contexto nacional no afecte a la gobernabilidad provincial...
El pacto dice que está blindado de lo que pueda pasar a nivel nacional. Y, yo, los pactos los respeto.
¿La puerta del gobierno está abierta para que pueda incorporarse Junts per Catalunya?
Está abierta. Si por algo se caracteriza la Diputació es por la búsqueda de acuerdos y consensos. Hace muchos años que esto es así, y trabajaré para preservarlo en las cuestiones estratégicas con las fuerzas de valores democráticos.
En la Diputació de Barcelona se ha reservado una vicepresidencia institucional para Junts. ¿Se hará lo mismo en la de Tarragona?
El pacto no lo prevé, pero somos fuerzas dialogantes y estamos abiertas a explorar voluntades y consensos.
¿Qué supone la entrada de Vox en el pleno provincial?
Ya lo veremos. Normalmente, los diputados que entran en seguida perciben el carácter dialogante, de acuerdo y de consenso de la institución para servir al interés general. Cada grupo político decide si se suma a ello.
¿Harán cordón sanitario contra Vox?
Nosotros queremos aprobarlo todo con las fuerzas de valores democráticos. Con las que no lo representan tanto no haremos un esfuerzo específico. Este mandato iremos viendo quien los defiende y quien no.