«Queridos abuelos, esta Navidad será diferente pero nos toca ser fuertes»

Los alumnos de El Miracle llenaron el Parc de l’Amfitreatre con las fotos de sus abuelos. Era su homenaje a la familia en estas Navidades de separaciones forzadas

18 diciembre 2020 19:10 | Actualizado a 19 diciembre 2020 07:00
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«Mis abuelas y mi bisabuela están en Rumanía; me gustaría abrazarlas y estar con ellas», comenta Andrea. Dídac, por su parte, dice que desde que comenzó todo esto a sus abuelos ha podido visitarlos «pero a distancia, con mascarilla y mucho gel»; la pandemia lo ha dejado sin esa costumbre que le gusta tanto de quedarse a dormir en sus casa una vez al mes. Julia tiene a su abuelo más cerca: «Vive al frente mío, pero tiene miedo de agarrar el coronavirus y yo lo entiendo». Shaya también tiene lejos a su abuela, en Ecuador: «Me gustaría hablar con ella, contarle lo que estoy haciendo». Y a Dani la situación le ha hecho pensar: «Ahora cuando estoy con mis abuelos aprovecho mucho más el tiempo; sé que cualquier día pueden coger el virus e irse antes de tiempo».

Todos son alumnos de quinto de primaria de la Escola el Miracle. Ellos, junto a sus compañeros de sexto, prepararon ayer una instalación artística en el Parc de l’Amfiteatre. Una gran alfombra roja llevaba hasta un grupo de sillas rojas donde había fotografías de sus abuelos.

Cualquier año habrían podido estar como público viéndoles en el tradicional festival de Navidad, pero este año la pandemia les ha obligado a estar de manera simbólica. «Este año que mucha gente no se podrá ver y queremos que los abuelos se sientan cerca de nosotros», cuenta Dídac.

La instalación, para la cual les ha asesorado una artista plástica, se completaba con una serie de códigos QR que los niños plantaron a lo largo del paseo.

«Agradece, ayuda, quiere...»

Al escanear los códigos con el teléfono móvil aparecían los vídeos de las actuaciones que los alumnos habían preparado para la ocasión. Había números de música, baile, poemas... Y, entre los vídeos, la carta de una clase: «Queridos abuelos y abuelas; tíos y tías; primos y primas; hermanos y hermanas; amigos y amigas; vecinos y ciudadanos de Tarragona. Sabemos que esta Navidad será diferente pero, por suerte, también sabemos que todo cambiará y mejorará. Por eso nos toca ser fuertes. Os queremos regalar estas palabras: agradece, ayuda, quiere, cuida las amistades, abraza, sonríe, envía besos, canta...Tenemos la suerte de estar sanos y sanas y os pedimos hacer el corazón fuerte. Celebraremos la Navidad separados en la distancia, pero unidos en el sentimiento. Si estás pasando un mal momento te enviamos toda nuestra fuerza para continuar. Todo irá bien».

El festival de ayer era el punto culminante de la investigación que han estado haciendo desde que comenzó el curso sobre los vínculos familiares. El trabajo, como siempre, se lo repartieron entre todos: había una comisión de organización que se encargó de hacer una cadena humana para llevar todos los materiales de la escuela a casa; una de publicidad que se encargó de hacer el cartel y manejar las redes sociales, y una de instalación que se encargó de medir el parque, de crear una maqueta, de buscar presupuesto... La ilusión, eso sí, la pusieron todos.

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