Un bar de Valls regala cuchillos entre los clientes como crítica a la inseguridad en el barrio antiguo

Se trata de una acción irónica para denunciar el malestar de comerciantes y vecinos por la delincuencia y dejadez a la zona

21 mayo 2021 10:26 | Actualizado a 21 mayo 2021 10:29
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Un bar de Valls ha empezado a regalar cuchillos entre sus clientes como acción crítica para denunciar la inseguridad que se vive en el barrio antiguo. Con esta iniciativa irónica, con gran repercusión en las redes, se quiere hacer patente el malestar de comerciantes y vecinos de la zona, que llevan tiempo quejándose de la delincuencia y dejadez en el centro histórico. "La gente estamos muy cansados y decimos bastante, se ha acabado el brécol", manifiesta Jordi Sans, propietario del bar e impulsor de esta acción simbólica. Avisa que en el barrio ya se ha llegado a una situación límite, con pisos ocupados, viviendas ruinosas, tráfico de droga, robos, etc. y que la gente que vive y trabaja tiene que convivir con esta "degradación continua" del centro de la ciudad.

A partir de aquí, piden en el Ayuntamiento de Valls que intervenga. A pesar del refuerzo policial y las nuevas cámaras de seguridad instaladas en determinados puntos de la zona, consideran que no hay bastante. Lamentan que no se disponga de ningún plan estratégico y social para hacer frente a estas problemáticas. A través de las redes, tenderos y ciudadanos denuncian situaciones concretas. A modo de ejemplo, critican que se derrocaran edificios para habilitar una zona de aparcamiento, en el solar conocido como can la Mateueta, que ha acabado siendo un punto de encuentro para pequeños traficantes. "Todo ello acontece un caldo de cultivo muy difícil de poderlo arreglar, ya hace masas años que lo estamos denunciando", avisa Sans, que tiene el bar en la plaza del Óleo. Muy cerca también se encuentra el edificio del futuro Museo Castellero, encara para abrir. "Una seta con el cual se han dedicado muchos años y que ha tenido un sobrecoste brutal" reprocha Sans.

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