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    La otra cara del túnel de Lilla: «Nuestro público es fiel y viene porque nos conoce»

    Los negocios del Coll no creen que la apertura de la infraestructura vaya a perjudicar a su clientela. Los montblanquinos celebran el logro de una reivindicación histórica

    23 octubre 2023 20:00 | Actualizado a 24 octubre 2023 14:00
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    La apertura del túnel del Coll de Lilla supone un suceso histórico para el tejido productivo del Camp de Tarragona, pero también para su ciudadanía, que verá como el trayecto entre Tarragona y Montblanc se reducirá en ocho minutos.

    «Será una infraestructura muy beneficiosa para las personas que residan en la Conca», expresan Roser y Sisco, vecinos residentes en Montblanc. Él trabajó durante muchos años en Tarragona: «Pero me jubilé antes de que todo estuviera listo», comenta, entre risas. No obstante, ambos celebran que hayan terminado las obras: «Después de tantos años, ya tocaba».

    «Yo era pequeño y ya se decía que la obra se llevaría a cabo», recuerda Josep, también vecino de Montblanc. «Es una ruta que no hago habitualmente, pero mañana, cuando vaya a Valls, la estrenaré», comenta. Explica que el del Coll de Lilla es un trayecto por el que no le hace especial gracia pasar con el coche: «Prefería ir por Picamoixons antes que subir, sobre todo en invierno, por las heladas, las nieblas...».

    «Mi marido trabaja a diario en Tarragona y, como él, muchas otras personas; creo que el túnel será una mejora muy positiva porque se recortará distancia en el camino, se ganará en calidad de vida y, por otra parte, también representará un factor a tener en cuenta para que la gente pueda venir más a los municipios del interior», indica Mireia desde la capital de la Conca de Barberà.

    Y es que la ciudadanía pone el foco en lo que el nuevo trazado puede representar: «Pienso que puede ser una gran oportunidad para la comarca, no solo para Montblanc, para intentar revertir el proceso de despoblación que está sufriéndose en los últimos años», argumenta Marc.

    «Es posible que ahora pueda producirse un cierto aumento en la demanda de vivienda, algo que, a su vez, puede provocar que suban los precios, pero creo que la zona se verá beneficiada en el ámbito comercial y económico», añade.

    Todo el territorio anhelaba que llegara este día: «Ya tocaba. Lo esperamos desde hace muchos años y lo necesitamos; mi hijo va a Valls, nosotros habitualmente a Tarragona... Espero que, a partir de ahora, también haya menos tráfico por la C-14», expone Agnès desde las calles montblanquinas.

    La reducción del tráfico de vehículos puede comportar un aumento de ciclistas y motoristas

    Los restaurantes de Lilla, optimistas

    Entre las curvas de la N-240 en el Coll de Lilla, se ubican dos negocios: el Restaurant Les Espelmes y la brasería GR-7 Lilla. Sus propietarios exponen que no les preocupa en exceso el hecho de que, a partir de ahora, haya menos tráfico por la vía: «La obra es necesaria y hacía muchos años que la ciudadanía lo esperaba; no nos viene de nuevo y, en nuestro caso, no sufrimos ni creemos que nos afecte negativamente: principalmente porque nosotros tenemos nuestros clientes que, seguirán subiendo igual», explica Ramon Vives, el propietario del Restaurant Les Espelmes. «El 90% del público es de toda la vida, de aquí de la zona y también gente de Barcelona que viene de fin de semana», añade.

    Vives comenta que el punto es de paso para muchas personas que van camino de Andorra. «Estoy seguro de que, si suben a la hora de comer o bajan a la hora de cenar, pasarán igualmente por aquí, pero si van cortos de tiempo o no nos conocen, pues irán por el túnel», indica. No obstante, se cree que habrá un incremento de motoristas y ciclistas por la vía.

    Por su parte, el gerente de la brasería GR-7 Lilla, Juan Expósito, valora la apertura en la misma línea: «Nosotros vivimos del fin de semana: ciclistas, motoristas, caminantes... Así que, en principio, no nos afecta a gran escala». Antiguamente, el restaurante abría únicamente los fines de semana. No obstante, a petición de trabajadores de las obras, empezaron a hacerlo también entre semana: «Ahora, se acaba el ciclo y volvemos a los almuerzos y al fin de semana», apunta Expósito. «Si tú ya has conseguido fidelizar a tu público, te vendrán expresamente», añade.

    Llega así, después de infinidad de capítulos, un punto y aparte muy celebrado entre los habitantes de la zona. No será el último, ya que aún queda la conexión con la AP-2.

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