El final del año es tiempo de compras navideñas –espoleadas en los últimos tiempos por los desatados ‘Black Friday’–, cenas de trabajo y opíparas reuniones familiares con suculentos menús. Es decir, un último mes cargado de gastos.
Sin embargo, diciembre también puede ser la oportunidad para planificar la mejor manera de ahorrarse unos euros en la factura fiscal que se presente en la próxima declaración de renta. Y es que todavía hay tiempo para aprovechar algunos cambios normativos introducidos en la última reforma para conseguir que el ejercicio 2015 sea menos gravoso.
En este sentido, la implantación de la segunda fase de dicha reforma fiscal implica novedades a partir de 2016 que pueden suponer para el contribuyente ahorros significativos, sobre todo si se combinan con las oportunidades ya en vigor este año. Así, planes de ahorro, deducciones por vivienda habitual o plusvalías por ventas de inmuebles, son algunas de las medidas estrella para obtener beneficios fiscales.
El Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) estima que la factura fiscal puede reducirse hasta en 5.168 euros en la próxima declaración. Claro que para ello es necesario tener ingresos o patrimonio suficiente. Sin embargo, con rentas más modestas y productos convencionales también se pueden obtener ventajas. Veamos algunos ejemplos.
Planes de pensiones
Una de las mejores formas para lograr aprovechar al máximo las deducciones que permite la ley vuelven a ser los planes de pensiones. Quienes tengan uno pueden realizar una aportación, cuyo límite ha disminuido con la reforma fiscal de los 10.000 euros a los 8.000 euros, para reducirse dicha cuantía de la base imponible general.
Asimismo, las aportaciones a planes de pensiones realizadas por el cónyuge del contribuyente se incrementan hasta los 2.500 euros (antes eran 2.000) siempre que este perciba por rendimientos del trabajo o actividades económicas una cantidad inferior a 8.000 euros.
En este sentido, Gestha recuerda que invertir 6.198 euros de media hasta el límite de estas aportaciones garantiza un ahorro fiscal de 2.021 euros, una cantidad que puede variar ligeramente según los ingresos y la comunidad autónoma de residencia.
Deducción por vivienda
Esta es una de las fórmulas más importantes para lograr un ahorro fiscal y, además, de la que pueden beneficiarse un mayor número de contribuyentes. Para ello tienen que haber adquirido la vivienda habitual antes del 1 de enero de 2013. Si cumplen ese requisito podrán desgravarse -siempre y cuando ya tuvieran deducciones en años anteriores- hasta el 15% de la cantidad invertida con un límite de 9.040 euros.
De esta forma, Gestha recuerda que un pago adicional de 4.379 euros de media para amortizar la hipoteca antes de que finalice el año podría reducir la factura fiscal en 656,80 euros. Además, quienes hayan invertido antes del 1 de enero de 2013 en obras de rehabilitación o ampliación de su vivienda habitual, se mantiene la deducción de los importes pagados en 2015.
Esta desgravación asciende al 15%, con el mismo límite de inversión anual de 9.040 euros para casos de ampliación y asciende a un 20% hasta los 12.080 euros de inversión para las obras de adaptación de personas con discapacidad.
Bases del ahorro
La entrada en vigor de la segunda fase de la reforma fiscal en 2016 provocará que los tipos del ahorro se reduzcan. Por tanto, lo recomendable para optimizar esta medida en la tributación es esperar al siguiente ejercicio para realizar una transmisión patrimonial como, por ejemplo, ventas de acciones o inmuebles. En este sentido hay que destacar que la reforma fiscal eliminó la exención para los primeros 1.500 euros obtenidos por dividendos. Asimismo, las plusvalías generadas en menos de un año también tributan en la base del ahorro, cuyos tipos se reducen el próximo ejercicio.
Renta vitalicia
Los mayores de 65 años también tienen una oportunidad para lograr un importante ahorro en caso de que venda algún bien, ya que las plusvalías generadas están exentas de tributación. Eso sí, desde KPMG recuerdan que para obtener ese beneficio fiscal es necesario que destinen los ingresos a la creación de una renta vitalicia con un límite de 240.000 euros. Por tanto, los expertos recomiendan que si cumplen los 65 años el próximo año, quizás sea más beneficioso esperar a ese momento para realizar cualquier movimiento.
Planes de ahorro
La reforma fiscal ha introducido más posibilidades de rentabilizar los planes de ahorro a largo plazo. En este sentido, la normativa contempla que si se contrata este instrumento –mediante un depósito o un seguro– la tributación de los rendimientos está exenta de tributación, siempre y cuando se cumplan con dos requisitos: una aportación límite de 5.000 euros anuales que con una permanencia de cinco años y que el rescate sea en forma de capital. En este sentido, los expertos recuerdan que el beneficio se pierde si se hace cualquier disposición antes del plazo de cinco años.
Donaciones
La solidaridad también tiene una recompensa fiscal. Las donaciones a las ONG obtienen una deducción del 50% hasta 150 euros y un 27,5% para una cantidad superior. Esta desgravación se puede incrementar hasta el 32,5% si la cuantía donada a la misma ONG no ha disminuido en los últimos tres años.
Por su parte, las cuotas sindicales o las de colegios profesionales con carácter obligatorio (con un límite de 500 euros) también tienen una deducción del 27,5%. Asimismo las cuotas de afiliación y las aportaciones a partidos políticos pueden reportar al contribuyente algún beneficio adicional, ya que suponen una deducción del 20% de estas aportaciones, limitadas a un máximo de 600 euros.
Compensar pérdidas
Los contribuyentes también deben recordar que en caso de registrar este año pérdidas en un fondo de inversión o acciones pueden compensarse con las ganancias patrimoniales para reducir la factura fiscal de las plusvalías. Es decir, que están a tiempo de ajustar ambas cuentas.
