-¿Es un chico dulce?
-(Ríe). Siempre he estado envuelto de azúcar. Hay un chico que me quiere hacer una prueba de nata a ciegas. Me llevará una nata vegetal y dice que no sabré diferenciarla. Con los ojos cerrados sé qué nata es fresca y qué nata no lo es.
-¿No le pueden engañar?
- Se nota muchísimo. La gente normal no lo notará, pero yo tengo una foto vestido de pastelero desde que tenía ocho días. Vestido de pastelero y con el chupete con nata en la boca.
-¿Le llaman maestro chocolatero, verdad?
-Me lo dicen, pero el título te lo pueden dar cuando tienes mucha experiencia. A Oriol Balaguer le dieron el título hace dos años, ¿pero no era un maestro chocolatero desde hace muchos años? Yo soy pastelero, hago de todo aunque el chocolate es mi especialidad.
-¿En qué se inspira?
-Las figuras de chocolate las hacemos en época de Pascua. Para nosotros empieza ya. En noviembre ya estás pensando qué muñecos o figuras harás para Pascua. Tienes que dedicarte a buscar qué está de moda, qué dibujos les gustan a los niños. A veces me inspiro en animales....
-¿Cómo las hace?
-Mi gracia está en crear figuras a partir de huevos y pelotas o tubos que hago con chocolate. A todas las figuras les doy mucho color, les doy aquella vida que a lo mejor con chocolate negro no ves. A simple vista dirías que son de plástico.
-¿El chocolate, cosa de niños?
-Está enfocado a niños pero también a personas mayores. En Xocosave tenemos pastelería erótica. Tiene mucha salida, mucha más de lo que la gente se piensa.
-¿Cómo se lo piden?
-No saben cómo hacerlo (ríe). Te sorprenderías de la gente mayor que lo pide porque a lo mejor no lo había podido hacer nunca. Antes era un tema tabú.
-¿Cuál es el encargo más curioso que le han hecho?
-Fue para una celebración de 40 años. Miquel siempre decía que tenía que ir a Las Vegas antes de los 40. Su mujer le montó unas pequeñas Vegas en plan casero y mí me pidieron un pastel que tuviera forma de ruleta. Le hicimos una que giraba, era todo pastel para comer.
-¿Hay tradición chocolatera en Tarragona?
-Sí, lo que pasa es que la gente está acostumbrada a ir al supermercado. Esos chocolates no son los que te podemos ofrecer en una pastelería, con muchos más sabores y calidad. No tiene nada que ver.
-¿La gente no es consciente de esa diferencia entre lo artesanal y lo del súper?
-La gente diferencia chocolate negro, blanco o de leche, no hay nada más para la mayoría de ellos. Pero el chocolate es muy extenso.
-¿Es verdad que el chocolate nos hace sentir mejor?
-Sí, te pone eufórico. La gente me pregunta por qué no me engordo y siempre estoy tan enérgico trabajando catorce horas diarias. Mi conclusión es que es el chocolate, como cada día y bastante.
-¿No lo aborrece?
-No, es muy bueno y hay muchos tipos por probar. Como chocolate cada día, el cuerpo me lo pide, es como una droga.
-¿Se les llama xocohòlics?
-Sí, pero es una adicción buena. El chocolate no engorda. Engorda el chocolate blanco, que es grasa; los otros, no.
