- Ha presentado ‘Reflecteix l’acció’. ¿Qué recuerdos tiene de esa expedición al Kangchenjunga en la que abrió una nueva variante en la ruta de la cara norte en 2014?
Yo había hecho cima en esa misma montaña en 2002, a diferencia de los compañeros que me acompañaban esta vez, así que la idea era abrir una nueva ruta por la pared central. Pero tuvimos problemas, había enormes riesgos y todo el mundo funcionaba de forma anárquica.Yo ejercía como jefe de la expedición y decidí que teníamos que bajar.
- ... y luego atacó.
- Descendiendo, superados esos problemas de organización, sentí la llamada de la montaña, y decidí atacar. En el fondo los adultos le damos demasiadas vueltas a las cosas. La película va sobre la importancia de sentirse joven. Hay que pensar menos y actuar más.
- Asegura que escala para ser feliz. ¿Cómo lo hace compatible con el sufrimiento de todo escalador a gran altura?
- Porque ese esfuerzo vale la pena. Yo lo comparo con tener niños; implican un enorme sacrificio, un dispendio, pero los disfrutas porque son el futuro.
- Basa sus ascensiones en una mente muy fuerte.
- Tengo una mezcla de mentalidades de la antigua Unión Soviética, pero también de las escuelas de montañismo europeas, de Italia, de Polonia, en las que me formé. Incluso de la coreana.
- ¿Por dónde pasan sus nuevos proyectos?
- Por un lado por entrenar a jóvenes alpinistas (polacos, rusos e italianos) en invierno. Primero en el Elbrus, para enseñarles las tácticas correctas a temperaturas similares a las del Himalaya en verano, y también en el Pamir. Y en cuanto a retos personales me planteo el Cho Oyu, una ruta nueva en el Hidden Peak y una expedición invernal al K-2.
- Usted ha realizado ascensiones invernales. ¿Tiene mayor mérito ese tipo de alpinismo?
- Para mí es alpinista tanto quien sube con la ayuda de sherpas o integrado en un equipo amplio como quien sube en estilo alpino, o realiza intentos invernales.
- Ha venido a Tarragona de la mano de Òscar Cadiach. A él le queda el Broad Peak para completar los 14 ochomiles y lo intentará por una ruta nueva por la cara china en 2016. ¿Qué le parece su proyecto?
- Muy bonito y apasionante a la vez. Ascender por nuevas rutas es siempre fascinante. Me ha parecido una idea genial cuando me la ha contado. Si mis planes me lo permiten me gustaría formar parte de esa próxima expedición.
- ¿Usted guarda un gran recuerdo de esa misma montaña? ¿Por qué?
- Porque allí fue donde pude realizar mi sueño al más puro estilo himalayístico. Ascendí con mi amigo Sergey Samulov, él y yo solos, con un equipo muy pequeño.
- A pesar de su trayectoria, ¿también es complicado para usted lograr financiación para sus expediciones?
- Lo más importante es disfrutar de la montaña, tener pasión y saber transmitirla. Con todo eso acabas consiguiendo financiación, sea para un equipo pequeño o para uno más grande.
