«Estamos unidos como los vagones del tren y como él sacamos humo de las ideas, que son luminosas».
Esta es la reflexión que se encuentra tras El Tren Fumilluminós, una compañía de ópera puesta en marcha por los jóvenes de sexto A de primaria de la Escola Sant Sebastià de Els Pallaresos y orquestada por su tutora, Isabel Hernández.
La implicación es absoluta. Actores, escritores, músicos, escenógrafos e iluminadores, documentalistas y relaciones públicas, maquillador, diseñador de vestuario, un regidor y una directora de producción… once oficios que los alumnos se han repartido para hacer posible la obra Desconnecta’t per connectar, que transmite la inquietud de estos niños y niñas por la dominación tecnológica y aboca al espectador a los brazos de la familia.
Una ópera original, creada por ellos mismos, que tendrá su puesta de largo el próximo 14 de junio a las 10 horas en el INS Els Pallaresos.
El Tren Fumilluminós es mucho más que una compañía de ópera. Es compañerismo, colaboración y creatividad, unión y trabajo en equipo, esfuerzo y aprendizaje.
Así lo explican ellos mismos con seguridad, confianza y amabilidad quienes han hecho todo el proceso creativo, desde el nombre de la compañía y del que destacan el haber podido «trabajar todos juntos en equipo». Desconnecta’t per connectar es la historia de cinco amigos, entre los que hay dos hermanos enfrentados. Para reconciliarlos, surge la idea de celebrar una cena y vivir una aventura en un scape room.
Sin embargo, el argumento va más allá, ya que como cuentan «todos están enganchados al wifi y de aquí viene el título, desconéctate del wifi para conectar con la familia», algo que ellos consideran «importante, aunque muy difícil de conseguir».
La tutora Isabel Hernández apunta que «son conscientes de que esta conexión que tenemos excesiva es un problema pero saben que es difícil la desconexión».
Esta educadora ha sabido llegar con esta propuesta al corazón de sus alumnos. Isabel comenta que «a través de unas preguntas me hice una idea de qué es lo que les preocupa, con qué son felices y con qué tristes. Definitivamente, en este grupo es la familia. Y todo gira alrededor de este tema».
A partir de aquí construyeron cinco personajes con unas cualidades humanas, que al principio no tenían ni género ni forma, así como el resto del argumento.
Ese fue el inicio de todo el proceso creativo, por el que han compuesto sus propias canciones y les han puesto música -el espectáculo consta de cinco momentos musicales-, han diseñado sus propios trajes que cuando llegue el momento rescatarán del armario de casa, han enseñado a su voz para cantar y han escrito sus propios guiones.
Pero, sobre todo, han aprendido y se han divertido.
No están nerviosos, aseguran. La ilusión es lo que prima.
En su proceso no han estado solos. Han tenido el apoyo del colegio, de la profesora de música Sonia Tortosa, de su inestimable tutora y también pueden presumir de haber sido los anfitriones del actor Oriol Grau, el escenógrafo Joan Artí, la diseñadora gráfica Mónica López así como la regidora del Teatro Real de Madrid, Pepa Hernández.
Todos ellos les dieron unos valiosos consejos para afrontar este reto, cuyo colofón está a menos de tres semanas.
Una visita al Liceu de Barcelona donde disfrutaron de Romeu i Julieta al laberint màgic fue el ejemplo práctico que les mostró el terreno en el que se movían y del que se quedaron con «su elegancia, la escenografía y la rapidez del cambio de escenas».
El proyecto ya es un éxito. Un éxito de estos alumnos y de su tutora, que lo ha conseguido con motivación y pequeños desafíos. Han aprendido de sus errores, a escuchar las opiniones de los demás, a actuar en consenso y a desarrollar habilidades lingüísticas y de escritura. Todo en paralelo a las materias tradicionales.
