Dos de cada diez productos que se retiran del mercado son juguetes

Un recorrido por bazares de la ciudad demuestra que el cumplimiento de la normativa de seguridad es dispar

19 mayo 2017 20:59 | Actualizado a 22 mayo 2017 11:14
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Hoy, domingo de apertura comercial, muchos ayudantes de los Reyes Magos se dedicarán a buscar los juguetes que los más pequeños esperan encontrarse debajo del árbol. Las argumentos para decantarse por un regalo u otro son variados: los gustos de los niños (generalmente guiados por la publicidad), el precio, el tamaño... Pero entre todos los argumentos hay uno que no siempre suele tomarse en cuenta: la seguridad.

Como dato, valga mencionar que casi dos de cada diez productos no alimentarios que se retiraron del mercado en Catalunya el año pasado (el 19,3%) fueron juguetes. En total, se retiraron tres mil, y son el segundo objeto más retirado después de los materiales electrónicos. Además, más de la mitad de los productos, el 69,70%, provenía de Asia.

En Catalunya las competencias en el ámbito de las alertas son de la Agència Catalana de Consum que, a su vez, las remite al Instituto Nacional de Consumo, dependiente del Ministerio de Sanidad.

Algunos de los productos ‘alertados’ este año (ver texto y fotos adjuntos) son un claro ejemplo de los defectos más comunes encontrados: desprendimiento de piezas pequeñas, poca resistencia y presencia de elementos químicos tóxicos.

 

El experimento

El año pasado cada español se gastó 173 euros en juguetes, según los datos que maneja la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes. Se espera, además, que este sea un año de recuperación. No obstante, sigue habiendo muchas familias con un presupuesto muy reducido para los regalos infantiles y que optan por los bazares multiprecio, justamente los comercios donde, apuntan las asociaciones de consumidores, se encuentran más productos con problemas de seguridad.

Justamente por ello nos propusimos hacer un recorrido por cinco bazares del centro de la ciudad para saber si los juguetes cumplían con las normas de etiquetado. El ejercicio consistía en encontrar un regalo para un niño de dos años.

Hay que recordar que todos los juguetes deben contar con el sello CE, que implica que cumplen con las exigencias comunitarias. Debe figurar, además, el nombre y la marca del producto, la dirección del productor o importador y las advertencias de edad, si las hubiera.

Lo primero que salta a la vista durante el recorrido es que la inmensa mayoría de los juguetes que están empaquetados cuentan con el sello CE y las direcciones correspondientes.

Lo que sí llama la atención es que en casi todos los casos se especifica que son para mayores de 36 meses. La advertencia parece más bien una excusa para no cumplir con los controles en lo que se refiere a piezas pequeñas. Hay juguetes, a todas luces, pensados para bebés que también llevan la advertencia.

Sólo encontramos dos juguetes que dicen encajar en la edad que buscamos: una tortuga rodante y un coche, ambos con música y luces. En el caso de este último llama la atención que, a simple vista, puede verse el compartimiento de las pilas, así como los cables y pequeñas bombillas que componen el mecanismo. Los componentes de la tortuga, por su parte, no tenían apariencia de resistir el juego brusco.

También llaman la atención artículos que, sin ser exactamente juguetes, se exponen junto a estos y también sirven para jugar. Encontramos, por ejemplo, coronas de princesa, varitas mágicas y una espada, alguna con pilas, sin empaquetar y en las que no figura ninguna información. Lo mismo pasa con algunos peluches.

 

Controles habituales

Pediatras y asociaciones de consumidores recomiendan entonces comprar los juguetes en establecimientos conocidos. Xavier Montserrat, dueño y encargado de compras de las jugueterías Gasco, explica que todo el sector «está muy controlado».

Normalmente los proveedores de las jugueterías son los que se encargan de que el producto llegue a las tiendas habiendo pasado todos los controles correspondientes.

Además, explica, están los juguetes que importan directamente a través de un cooperativa de jugueterías. En este caso periódicamente la Agència Catalana de Consum les compra juguetes para someterlos a pruebas de laboratorio.

 

Uso seguro

Pero tan importante como fijarse en el etiquetado, el uso posterior del juguete también debe hacerse con seguridad, revisando, por ejemplo, que sólo se use dentro de las edades recomendadas.

También debe prestarse atención a aparatos que parecen juguetes sin serlo, como algunos pequeños electrodomésticos. El año pasado, por ejemplo, Toys’r’us tuvo que retirar de su catálogo algunos artefactos que se anunciaban como juguetes pero no lo eran.

Este año habrá que prestar especial atención también a los drones, que ya ocupan un lugar estacado en las secciones de juguetes de los grandes almacenes. Incluso en el caso de que se usen para la edad indicada, hay que tener en cuenta que el niño puede verse tentado de realizar acciones y vuelos peligrosos que pueden acabar mal.

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