El Estado subasta en la provincia de Tarragona más de 200 bienes embargados

Más información: Neveras, microondas, joyas, coches, billares... el 'outlet' del Estado en Tarragona

Los ‘cazasubastas’ bucean diariamente en anuncios al acecho de una ganga que proceda de la administración, deseosa de deshacerse de bienes que le lastran, o de contribuyentes ahogados por la crisis. La provincia lleva tiempo convertida en algo así como un ‘outlet’ que concentra buena parte de las propiedades adquiridas y luego convertidas en una rémora, una derivada del despilfarro consumista de los años de bonanza. 

Pisos, adosados, apartamentos, garajes, solares, naves industriales, parcelas con cultivos o coches forman parte del inventario que organismos como la Agencia Tributaria, la Seguridad Social o el propio Ministerio de Hacienda han sacado a subasta en Tarragona en las últimas semanas. En total, son más de 200 bienes embargados que alcanzan un valor global de unos 5,3 millones.

Encontrar una casa es posible a través de vías como la Agencia Tributaria. Aquellos que estén buscando una propiedad o hallar productos a buen precio tienen muchas opciones, de aquí a final de año, de acceder a algunos bienes embargados por Hacienda por deudas y que, según el caso, puede ser incluso un chollo. La mayoría de productos están vinculados al sector inmobiliario, el ámbito que más ha padecido la crisis.

Los bienes más presentes en los procesos previstos en la provincia en estas próximas semanas son viviendas, garajes y trasteros, embargados por Hacienda por los respectivos impagos de sus propietarios, una situación que se ha multiplicado en los últimos años por los efectos de la crisis económica. Son decenas las viviendas ya anunciadas en la web de la Agencia Tributaria, donde el interesado puede conocer toda la información sobre los inmuebles, con fotos incluidas.

Dentro de esta extensa y creciente cartera hay inmuebles de todo tipo. Uno puede pujar por un local comercial en Alcanar tasado en 51.260 euros o por un garaje en Vila-seca valorado en 3.643. Uno puede optar a una finca de avellanos y olivos en Alcover por un precio de 2.669 euros. También se oferta al interesado una nave industrial en el Polígon industrial Riu Clar con una tasación de 215.623 euros, así como almacenes o solares en distintas ubicaciones.

En cuanto a viviendas, no sólo de pisos vive este gran bazar del Estado al que se puede acceder ‘on line’. Se subasta también una casa en Vilallonga del Camp con un precio de 47.424 euros. También abundan las viviendas unifamiliares e incluso las propiedades de alto standing, como chalets en zonas residenciales en algún momento embargados.

Uno de los inmuebles que se subasta es una vivienda unifamiliar tasada en más de 800.000 euros, con terraza exterior y junto a una zona ajardinada. Esta propiedad se emplaza en el Mirador del Delta, en L’Ampolla. El catálogo también incluye parcelas en Bonmont Terres Noves.

También se ofertan vehículos, según aparece en la sección de bienes embargados de la página web de la Seguridad Social. La lista en lo que se refiere a la provincia de Tarragona también es extensa, y va desde un Renault Kangoo por 500 euros, a un Ford C-Max por 8.000, pasando por un Ford Fiesta de 1.800.

El interesado tiene que ver la letra pequeña y cerciorarse de si esa pertenencia en cuestión va acompañada de una carga económica adicional, algo más o menos habitual en estos casos. Un ejemplo: un apartamento en la avenida Carlos Buïgas de Salou con un importe de tasación de 60.000 euros pero con unas cargas añadidas de 1.305. Otro caso: un local en la calle Santa Ana de Reus con una tasación cifrada en 133.541 euros y un riesgo añadido y a considerar, ya que acarrea una carga de 89.151,74 euros para el eventual comprador.

Toda persona interesada en participar debe aportar un depósito, en forma de cheque a favor del Tesoro Público, por importe económico como mínimo del 20% del tipo de la subasta. Para ello, uno debe presentarse en el lugar de su celebración en la hora y en la fecha determinadas y entregar el depósito al inicio del acto, indicando el lote por el que se desea pujar. También existe la opción de participar de forma ‘on line’.

A veces las subastas de bienes quedan desiertas. Entonces se abre un segundo proceso: la adjudicación directa, fase en la que se decide el comprador en función de las ofertas presentadas para el lote desde ese momento.