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    Feijóo propone que gobierne el que gane y Sánchez le recrimina sus pactos con Vox

    El gallego no descartó acabarse sentando con Abascal para dialogar y el socialista le recriminó su postura con los derechos LGTBI durante el debate de Atresmedia

    11 julio 2023 00:11 | Actualizado a 11 julio 2023 00:20
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    Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo libraron anoche un debate eléctrico, vibrante, durísimo en la confrontación de argumentos, de tan alto voltaje retórico y político que evidenció que ambos se lo juegan todo en la cita con las urnas del 23 de julio.

    Y todo es todo, porque salvo que el escrutinio en las generales de dentro de trece días arroje un país absolutamente ingobernable, solo podrá quedar uno de los dos en pie: el líder del PP ya ha anticipado que se irá si no consigue el triunfo que le auguran las encuestas y una eventual «derogación del ‘sanchismo’» abriría una crisis de liderazgo en las filas socialistas.

    Ambos -dos estilos, la misma voluntad de poder- sabían que su duelo al sol en Atresmedia, el único que celebrarán esta campaña, podía hacer cundir la esperanza en la remontada que pretende alentar Sánchez o asentar la estrategia de Feijóo: 'voy a ganar, la duda es con cuánto margen me dejará el electorado'.

    Lo soprendente fue que quien se presumía que iba a salir a amarrar su imagen de vencedor 'in pectore' salió al ataque arrinconando durante buena parte de la intensísima discusión a un Sánchez incómodamente a la defensiva que puede que acabe agradeciendo que su rival se haya negado a mantener algún cara a cara más de aquí al 23-J.

    Nada ejemplificó tan gráficamente que el candidato del PP a la Moncloa salía a la arena de Atresmedia dispuesto a no dejarse arrugar por, Sánchez que se había encerrado todo el fin de semana a preparar el debate, y a tratar de afianzar la sensación ambiental de que va a ganar dentro de dos domingos que la alusión al aniversario del secuestro -ayer- y del asesinato de Miguel Ángel Blanco para hurgar en el talón de Aquiles del presidente: sus pactos con Bildu y, por extensión, con el independentismo catalán que desafió al Estado constitucional.

    Feijóo recordó el crimen de ETA que echó a millones de ciudadanos a la calle para espetarle a Sánchez que no le dé «lecciones» por los acuerdos que ha cerrado su partido con Vox en la Comunidad Valenciana, Baleares y Extremadura tras el 28-M. A diferencia de lo ocurrido en los prolegómenos de la campaña, cuando el presidente de los populares padeció por la turbulencias de la crisis extremeña, anoche se sentó ante Sánchez pudiéndole acusar de haber hecho causa común en Cantabria y en Murcia con Vox al votar contra los candidatos de Génova.

    «Ha pasado del ‘Superglue’ al ‘SuperVox’ para unir España», le devolvió el presidente, quien reprochó a su rival el uso por algunos de los suyos del lema 'Que te vote Txapote', rechazado por víctimas como Consuelo Ordóñez, para zaherirle y le recitó, una a una, los mensajes «machistas», «negacionistas» y contrarios a los derechos LGTBI lanzados por cargos del partido de Abascal.

    Fue el momento en el que el candidato a la reelección se mostró más entero después de que su contrincante le impidiera colocar su discurso previamente sobre la situación económica y las políticas de igualdad.

    Ni Feijóo descartó que no tenga que sentar a Vox en el Consejo de Ministros si no le dan los escaños para gobernar en solitario tras el 27-M ni Sánchez pudo comprometerse a que no reeditará sus acuerdos con Bildu y ERC si los necesitara. Pero el líder del PP sí incidió en que permitirá al PSOE liderar la Moncloa si los socialistas ganan las elecciones para que no dependan de socios espinosos.

    La «moto» y el ‘solo sí es sí' Los pactos terminaron copando un toma y daca que se calentó casi desde el minuto uno, cuando Sánchez quiso hacer bandera de los logros económicos de su Gobierno -dos millones de empleos creados, la contención de la inflación y medidas sociales como la subida del Salario Mínimo- y Feijóo que se afanó, dato contra dato, en desmontar la visión benéfica del presidente sobre la coyuntura en los hogares. «Lo que usted define ir como una moto», atacó, es que las familias paguen «300 euros más al mes de hipoteca».

    Con el duelo trufado de crudas acusaciones, con reproches mutuos de «no tener ni idea», la ley del ‘solo sí es sí' llevó a Feijóo a culpar a Sánchez de que «107 violadores estén en la calle» y éste a imputarle el auge del machismo. Sin concesiones. A todo o nada. Hasta el 27 de julio.

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