La Guardia Civil y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria intervinieron el pasado 4 de agosto un importante cargamento de armas de contrabando, procedente de Ghana y cuyo destino final era Estados Unidos. Según informó ayer el instituto armado, el envío interceptado estaba compuesto por 737 fusiles de asalto del calibre 5,56 mm y por 72 lanzagranadas, de fabricación suiza, lo que elevaba el total del cargamento a 809 armas con destino a operadores comerciales relacionados con este tipo de actividad.
La venta de armas es un importante negocio en Estados Unidos, un país cuya Constitución permite a sus ciudadanos la adquisición de armamento pesado como el decomisado. La operación es resultado de los controles que realizan habitualmente las fuerzas de seguridad con la finalidad de asegurar el tráfico de mercancías que hacen escala en puertos como el de Algeciras, uno de los de mayor tráfico de España.
Fruto de sus investigaciones, la Guardia Civil localizó la pasada semana un contenedor sospechoso que declaraba un cargamento de armas desmontadas. Sin embargo, una vez realizada la apertura del contenedor, ordenada por las autoridades españolas a fin de proceder a su reconocimiento físico, se comprobó que las 809 armas, aparentemente nuevas, se encontraban perfectamente montadas cada una de ellas en su empaquetado original de fábrica.
Los agentes de la Guardia Civil comprobaron que se estaba produciendo un incumplimiento de las normas que deben amparar el tráfico de este tipo de mercancías. La expedición carecía del listado de los números de fabricación y serie de las armas que transportaba el contenedor.
Las investigaciones para esclarecer todos los hechos relacionados con esta operación comercial continúan en curso.
