Un estudio con 3.900 niños españoles en el marco del proyecto INMA, liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (Isglobal), ha determinado que la contaminación del aire es el mayor riesgo para la salud de los niños, mientras que la obesidad es unos de sus primeros trastornos. La situación del macroestudio fue presentada ayer en el recinto ferial de Sabadell, donde hasta ayer los 70 científicos implicados compartieron y debatieron los últimos resultados científicos del trabajo, aún abierto y que se desarrolla por grupos de niños de hasta siete regiones distintas de España.
Los científicos han estudiado a 3.900 niños y niñas de entre 9 y 18 años de toda España desde la duodécima semana de su gestación para conocer el impacto ambiental en el crecimiento humano, y han determinado que la contaminación del aire es el principal riesgo de la salud infantil.
En el último año se ha detectado que la contaminación del aire tiene un efecto sobre el desarrollo del feto, así como en el pulmón y el cerebro del niño. Los pequeños se empezaron a estudiar en 2003 cuando sus madres estaban en la duodécima semana de gestación. Gracias a la contribución desinteresada de las familias, los científicos del Proyecto INMA mantienen varias líneas de investigación en áreas como la salud respiratoria, la salud mental o la obesidad.
Se ha tenido en cuenta la contaminación del aire, del agua, el tabaco ambiental, los compuestos orgánicos persistentes, los pesticidas, los contaminantes en la dieta y determinados medicamentos. Así, se ha determinado también que el tabaquismo pasivo durante el embarazo está asociado a un mayor riesgo de problemas respiratorios en niños.
«Estas jornadas son una oportunidad para dar a conocer la contribución tan valiosa que estos niños y niñas hacen por la ciencia», aseguró el investigador del ISGlobal y que dirige el proyecto, Jordi Sunyer. «Estamos siendo capaces de producir un cuerpo creciente de evidencias científicas que eventualmente deberá traducirse en políticas de salud pública », añadió Sunyer.
Los siete grupos de estudio se establecieron en 2003, y, aunque el proyecto nació en 1997 en Menorca con el objetivo principal de determinar las causas del asma, ha ido creciendo y ampliando los campos de investigación.
«Consumimos más carne, y lo que era una dieta mediterránea ha cambiado, sobre todo el consumo de fruta, que es la mitad que en otras regiones de Inglaterra; la crisis puede haber influenciado en este cambio de hábitos», apuntó el investigador. «Creemos que la obesidad detectada cuenta con otro factor muy importante, que es el ejercicio físico, algo que ha disminuido mucho», añadió.
En Sabadell se encuentra uno de los grupos de estudio más importantes analizados del Estado, con 600 niños y niñas estudiados de entre 7 y 9 años, y se ha determinado que un 35% de ellos presentan problemas de obesidad, entre otras cosas por falta de ejercicio, ya que los padres llevan habitualmente en coche a sus hijos al colegio.
En este sentido, Suñer ha asegurado que los datos recogidos en Sabadell pueden reflejar una actitud generalizada en el resto del territorio del Estado, por lo que son síntomas de conducta «extrapolables».