'Mi coche es mis piernas'

Son las 9 de la mañana y nos encontramos con Miguel Ángel en su casa de Navarcles para conocer de primera mano el vínculo que le une con su deporte preferido, la vela, y ver la relación tan especial que mantiene con su SEAT Alhambra.

19 mayo 2017 20:58 | Actualizado a 22 mayo 2017 11:14
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Micky ha apostado por una vida activa en la que el deporte juega un papel determinante como vía de superación física y mental. Cuando empezó en el mundo de la navegación lo hizo de manera casual, pero al probarlo “todo cambió”. Para llevar a cabo su gran pasión, Micky utiliza su coche, al que define como una herramienta de libertad e independencia necesaria: “Tanto la silla como el coche son las dos herramientas que utilizo para la movilidad que me falta. En trayectos cortos utilizo la silla y es como una parte de mí y cuando me subo al coche, éste se convierte en mis piernas”, dice mientras sube al vehículo para salir hacia el Club Náutico de la Escala donde está vinculado hace años.

En la charla confirmamos que para una persona con discapacidad es esencial hacer deporte, no solamente para mantenerse bien físicamente, sino porque “el deporte te capacita para la vida cotidiana. Hace que te superes y te ayuda a afrontar los retos de tu vida”, comenta Micky mientras le vemos ir arriba y abajo con su silla con una agilidad impactante. Para poder llevar a cabo su pasión, Micky encontró en el SEAT Alhambra lo que buscaba, un vehículo con el que comprobamos de primera mano la seguridad con la que se mueve: “con este coche tienes sensación de libertad y de tranquilidad. Sé que a la hora de moverme puedo confiar en poder irme solo a la otra punta de España cargado con las cosas del barco o hacer una escapada de fin de semana con mi mujer y que mi coche no me va a fallar. Estar tranquilo que la otra herramienta que necesito para moverme, a parte de la silla, no me va a fallar”.

Ya de camino a Girona nos interesamos por las adaptaciones del coche y Micky nos comenta que son muy sutiles, que precisamente otra de las cosas que le gustó del SEAT Alhambra es que la adaptación para conducir con las manos era muy discreta. Le vemos manejarlo cómodo y confiado y certificamos que tanto su coche como la silla son sus piernas. Seguimos el viaje charlando de vela y de la sensación que uno tiene al encontrarse dentro del mar, en mitad del medio natural: “El primer día que lo probé me asusté porque dejas la silla y eso es como quedarte sin piernas. Luego ya vas viendo que puedes hacerlo y la sensación de libertad que tienes al estar en mitad de la naturaleza es indescriptible”.

En el puerto de La Escala hay oleaje fuerte. Cualquier principiante abandonaría la idea de lanzarse al mar, pero Miguel Ángel no duda y deja la silla a un lado. Antes de perderle de vista entre las olas nos regala una última reflexión: “navegar y conducir son dos sensaciones de libertad muy parecidas. Uno me da autonomía y libertad en el mar y el otro en el medio terrestre”.

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