Marie Fredriksson, vocalista del grupo de pop sueco Roxette, ha muerto a los 61 años, según dio a conocer ayer la jefa de prensa de la banda, Marie Dimberg. «Con gran tristeza debemos anunciar que uno de nuestros más queridos artistas ha fallecido. Marie Fredriksson murió en la mañana del 9 de diciembre», escribió Dimberg en un comunicado.
La cantante padecía un tumor cerebral, diagnosticado en 2002, que le dejó secuelas de por vida a consecuencia de la radiación recibida durante el tratamiento. Este año, su autobiografía, titulada Listen to my heart (Cúpula), ha sido traducida y publicada en España. En ella, la artista explica su largo y complicado viaje a través de la enfermedad. «He pasado trece años de mi vida bajo el estigma del dolor, pero nunca me he dado por vencida y no me voy a rendir. Voy a seguir peleando hasta que no pueda más», afirmaba.
Fredriksson nació en Össjö, Suecia, en el seno de una familia con pocos recursos y marcada por la muerte de una de sus hermanas cuando la cantante solo tenía siete años. Desde muy joven, su vida estuvo ligada a la música y, en su juventud, formó parte de las bandas Strul y MaMas Barn. El reconocimiento público le llegó, sin embargo, en 1984, tras debutar en solitario y convertirse en una nueva estrella de la música sueca. Dos años más tarde conoció a Per Gessle, con quien formó la banda Roxette, una de las más exitosas de los años 70 y 80 y la más importante de Suecia después de ABBA. El grupo ha vendido 45 millones de álbumes y 25 millones de singles y ha dejado canciones para la historia.
«Nada será igual»
Per Gessle lamentó la muerte de Fredriksson con unas bonitas palabras hacia su compañera y amiga que el departamento de prensa de Roxette hizo públicas en su comunicado. «Gracias Marie, gracias por todo. Eras una música sobresaliente, una maestra de la voz, una artista increíble. Gracias por pintar mis canciones en blanco y negro con los colores más bellos. Fuiste la amiga más maravillosa durante más de 40 años. Estoy orgulloso, honrado y feliz de haber podido compartir gran parte de tu tiempo, talento, calidez, generosidad y sentido del humor. Todo mi amor está contigo y con tu familia. Las cosas nunca serán iguales», dijo.
La artista estaba casada con Mikael Bolyos, de 62 años, con quien tenía dos hijos, Josefin y Oscar, de 26 y 23 años. Una familia unida que siempre la apoyó, tanto en los buenos como en los malos momentos. Fue con su marido con quien grabó, en 2003, The Change, su primer álbum en solitario en inglés y su terapia personal. Bolyos ha pedido a los medios que muestren consideración por el dolor de su familia y anunció que el funeral será celebrado en un acto íntimo al que solo asistirán familiares cercanos.