Potencia procedente del gas: El nuevo Audi A4 Avant g-tro

Deportivo, versátil y con bajas emisiones de CO2. Con su comercialización programada para finales de 2016, el Audi A4 Avant g-tron es otra propuesta de Audi para la movilidad sostenible del futuro. Siguiendo la estela iniciadapor el Audi A3 Sportback g-tron, es el segundo modelo de la marca que puede utilizar gas natural o Audi e-gas de producción sostenible.

19 mayo 2017 21:28 | Actualizado a 22 mayo 2017 12:13
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El A4 Avant g-tron es, simultáneamente, deportivo, eficiente y extremadamente

económico. El motor está basado en el nuevo 2.0 TFSI desarrollado por Audi, que ofrece

un avanzado y altamente eficiente proceso de combustión. La unidad de potencia

turboalimentada produce 170 CV (125 kW). Su par máximo de 270 Nm está disponible en

torno a las 1650 rpm. Los pistones y las válvulas han sido especialmente modificados para

funcionar con gas y permitir un óptimo índice de compresión. Un controlador electrónico

reduce la elevada presión de más de 200 bares del gas procedente del depósito hasta

alcanzar una presión de trabajo de 5 a 10 bares en el motor. Este sistema de control de la

presión se realiza de forma dinámica y precisa en respuesta a los requerimientos que el

conductor exige del motor. La presión correcta está así siempre presente en los conductos

del gas y en las válvulas de inyección: baja presión para una conducción eficiente a bajos

rangos de velocidad, y presiones más altas para obtener mayor potencia y par.

Según las mediciones NEDC, el Audi A4 Avant g-tron consume menos de cuatro

kilogramos de CNG (gas natural comprimido) cada 100 kilómetros, lo que se traduce en

unos costes de combustible para el cliente de menos de cuatro euros (precios de octubre

2015). Las emisiones de CO2 son inferiores a los 100 gramos por kilómetro. La capacidad

del depósito es de 19 kilogramos de gas, suficientes para disponer de una autonomía

superior a 500 kilómetros. Cuando el contenido de gas en el depósito cae por debajo de

0,6 kilos —cantidad análoga a una presión residual de 10 bar— la unidad de control cambia

al funcionamiento en modo gasolina. El A4 Avant g-tron puede entonces cubrir una

distancia adicional de 450 kilómetros en este modo. La autonomía potencial total es

comparable a la de un coche dotado con un motor TDI.

Las bocas de llenado de los depósitos de gas y de gasolina están situadas una junto a la

otra en idéntico emplazamiento bajo una misma tapa. Después de repostar y siempre que

 

la temperatura no sea muy fría, el motor inicia su arranque en modo gasolina, cambiando

después, tan rápido como sea posible, a funcionar con gas natural. Dos indicadores en el

cuadro de mandos mantienen al conductor al corriente de los niveles de llenado de ambos

depósitos. El sistema de información al conductor muestra el consumo de combustible en

el modo de funcionamiento activo.

Audi instala los cuatro depósitos cilíndricos de CNG como un único módulo compacto en la

parte trasera del A4 Avant. Cada uno de ellos ha sido específicamente dimensionado y

adaptado al espacio disponible. Están protegidos por un recubrimiento de chapa de acero

y unas correas tensoras sostienen los cilindros y los protegen contra posibles daños. El

módulo completo del depósito CNG, que también incluye el depósito de gasolina de 25

litros, se fija a la carrocería durante la producción del A4 Avant. La rueda de recambio

habitual se ha eliminado, y la batería varía su emplazamiento desde el compartimento de

equipajes al vano motor. El piso del maletero cuenta incluso con su borde en la zona de

carga, lo que permite ofrecer un espacio para el equipaje completamente funcional.

Los depósitos de CNG, con una presión de funcionamiento de 200 bares a 15 grados

Celsius, siguen el principio de construcción ultraligera de Audi. Gracias a su innovador

diseño, su peso es un 56 por ciento inferior al de unos depósitos comparables realizados

en acero. Su capa interna es una matriz de poliamida estanca a los gases. La segunda capa,

un compuesto formado por polímeros reforzados con fibra de carbono (CFRP) y polímeros

reforzados con fibra de vidrio (GFPR), proporciona la máxima resistencia. La tercera capa

está realizada en GFPR y sirve principalmente de ayuda para una primera inspección visual

en caso necesario, al volverse de un color blanco lechoso en caso de daño. Antes de ser

instalado en el coche, cada depósito es probado a 300 bar durante la fase de producción,

por lo que la presión máxima que soportan es aún más alta y supera con creces los

requerimientos legales.

Con Audi e-gas producido en Alemania, el A4 Avant g-tron es un vehículo que funciona

libre de emisiones de CO2. El e-gas es metano sintético que se obtiene a partir de agua y

CO2 con la ayuda de electricidad sostenible en plantas “power-to-gas”. Audi puso en

marcha la primera planta del mundo de este tipo para la producción de Audi e-gas a escala

industrial en Werlte, pero ahora también produce e-gas en otras instalaciones. Con la

tecnología “power-to-gas”, la marca de los cuatro aros hace que sea posible almacenar

excesos de energía renovable, una valiosa contribución a la transición energética. La

compañía y sus socios están impulsando intensamente el desarrollo de varios

combustibles sintéticos conocidos como Audi e-fuels, incluso mediante nuevos procesos

biológicos de producción.

En Alemania, el conductor puede repostar combustible utilizando la tarjeta Audi e-gas de

reabastecimiento de combustible como en el caso del Audi A3 Sportback g-tron, la cual

sirve como un medio de pago y al mismo tiempo como instrumento para equilibrar las

emisiones. A partir de la información transferida durante el pago, Audi alimenta la red

alemana de gas natural con la cantidad equivalente a la carga de gas repostada por el

cliente. De este modo, Audi logra una movilidad completamente neutra de emisiones CO2.

 

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