Se desprende de la Antártida el mayor iceberg de la historia

El enorme témpano pesa más de un billón de toneladas y tiene una extensión equivalente a 55 veces la ciudad de París

13 julio 2017 11:04 | Actualizado a 13 julio 2017 11:19
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Uno de los mayores iceberg del mundo, de unos 5.800 kilómetros cuadrados, se ha desprendido del segmento Larsen C de la Antártida, lo que deja al resto de la plataforma vulnerable a rupturas futuras, revelaron ayer los expertos de la universidad galesa de Swansea, en el Reino Unido. Los científicos llevaban vigilando el desarrollo de una gran grieta abierta en esa zona del continente blanco desde hacía más de una década, pero el proceso de ruptura se aceleró a partir de 2014, lo que pronosticaba la inminencia de este suceso.

El desprendimiento definitivo del iceberg tabular ocurrió en los dos últimos días, confirmó ayer el «Proyecto Midas» de la Universidad de Swansea, que precisó que no «tienen conocimiento» de que esté «relacionado con el cambio climático provocado por el hombre».

En un comunicado, los expertos indicaron ayer que el enorme témpano, que se espera sea denominado A68, pesa más de un billón de toneladas y tiene una extensión equivalente a un cuarto del territorio del País de Gales o a 55 veces la ciudad de París.

Si el segmento Larsen C pierde más superficie, podría acelerarse el derretido de glaciares

Según Midas, la rotura fue detectada el miércoles por el instrumento satelital Aqua MODIS de la NASA, cuando pasaba por la plataforma de hielo Larsen C y captó a través de sus sensores de infrarrojos la presencia de agua en la grieta entre el iceberg y el segmento, señal inequívoca del desprendimiento.

«La grieta era apenas visible con estos datos en las últimas semanas, pero la marca es tan clara ahora que debe de haberse abierto considerablemente a través de toda su longitud», explicó en la nota el profesor Adrian Luckman, del «Proyecto Midas».

El nuevo iceberg, de unos 200 metros de grosor, no se desplazará ni muy rápido ni demasiado lejos a corto plazo, pero los científicos seguirán muy de cerca su evolución. 

Si el segmento Larsen C pierde en el futuro más superficie, advierten los expertos que estudian la evolución, se podría acelerar el proceso de derretido de glaciares y el consiguiente flujo de agua podría tener un impacto moderado sobre el aumento del nivel del mar.

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