Navegando entre su marcada personalidad y la vanguardia de los estilos musicales, la Flash Back se ha mantenido en la cresta de la ola desde que zarpó el 18 de julio de 1969. Podríamos decir que su capacidad de adaptación a los diferentes tiempos y a los nuevos públicos ha sido lo que ha permitido a su armador, Vicente Battini, y ahora a su hijo, Hugo Battini, tripular esta nave emblemática de las noches de Salou durante cuarenta y seis años.
Con motivo de este aniversario, la discoteca quiso celebrar este sábado una fiesta con todos aquellos que la han acompañado a lo largo de los años y compartir con ellos una noche de diversión más especial. Eso sí, conservando su estilo único. Aquí no habrá bolos de televisivos licenciados en press de banca ni de muñecas con belleza de bisturí, tampoco deejays famosos que cobren un dineral por llenar la sala hasta convertirla en un horno, y nada de espectáculos que no tengan relación con ellos. Aquí se mantiene el equilibrio entrela diversión, el saber estar y la chispa que pueda dar una copa, pues esto no es un local de variedades para playeros domingueros por el que pasan rostros más o menos conocidos, aquí la animación y las ganas de pasarlo bien las traen el propio público de casa a conjunto con los zapatos.
La fiesta del sábado obligó a la Flash Back a abrir todas sus zonas: la sala principal, donde sonaron los temas más actuales para los más jóvenes, la sala ´de pachangueo´, en la que las generaciones mayores recordaron aquellas conciones que les hicieron bailar en sus años mozos, y el jardín con terraza cubierta, donde uno podía tomarse una copa mientras descansaba los pies después de bailar un par de horas con la beautiful people de la provincia.
Como se esperaba, fue otra gran noche de las que ofrece este local de Salou. No obstante, en los últimos meses, Flash back también ha puesto de moda un par de fiestas más, como la Wild Monday, en la que los disfraces también entran dentro del dress code, y la Come Together de los jueves, donde cada semana tiene más jóvenes esperando en la puerta para entrar.