Sucesos
¿Qué es un pirocúmulo (o nube de fuego) y por qué preocupa en un incendio?
Estas nubes de desarrollo vertical se forman por el calor extremo de grandes incendios y pueden generar tormentas eléctricas, ráfagas de viento y nuevos focos de fuego

Los Bomberos de la Generalitat afrontan una difícil extinción de dos incendios simultáneos en la comarca de la Segarra, el de Torrefeta y Florejacs que afecta a una superficie de unas 1.800 hectáreas, mientras que el de Sanaüja afecta a unas 40 hectáreas.
Un pirocúmulo, también conocido como nube de fuego o flammagenitus, es una nube de gran desarrollo vertical que se forma a partir del calor extremo generado por incendios forestales. Cuando las llamas liberan una enorme cantidad de calor, humo, vapor de agua y partículas en suspensión, se produce una columna de aire ascendente que puede llegar a varios kilómetros de altura. A medida que este aire caliente se eleva, se enfría y el vapor se condensa, formando una nube densa con apariencia de cúmulo o incluso de cumulonimbo en los casos más extremos.
Este fenómeno atmosférico no es solo una curiosidad visual, sino un elemento potencialmente muy peligroso. Los pirocúmulos pueden generar tormentas eléctricas propias que, al descargar rayos, provocan nuevos focos de incendio lejos del perímetro activo. Además, en ocasiones, estas nubes generan precipitaciones que no alcanzan el suelo, mientras los rayos sí lo hacen, dando lugar a las llamadas tormentas secas. Otro riesgo importante asociado es la aparición de fuertes rachas de viento descendente —conocidas como downbursts— que pueden cambiar de forma brusca la dirección del fuego y poner en peligro tanto a los equipos de extinción como a la población cercana.
La preocupación por la posible formación de pirocúmulos ha sido especialmente relevante en los graves incendios que han afectado esta semana a las comarcas de la Noguera, la Segarra y el Urgell. En el incendio de Torrefeta i Florejacs, que permanece estabilizado tras arrasar unas 6.500 hectáreas, los Bombers de la Generalitat han trabajado intensamente durante la noche para cerrar el perímetro, ante la previsión de altas temperaturas y tormentas vespertinas, condiciones idóneas para que se forme una nube de este tipo. El riesgo meteorológico ha condicionado directamente la estrategia de extinción, con un esfuerzo prioritario en asegurar el flanco derecho del incendio, donde el terreno y la inestabilidad atmosférica ofrecían más vulnerabilidad.
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Bombers trabajan toda la noche para asegurar el perímetro del incendio de Torrefeta i Florejacs
Diari de Tarragona
Pero la dimensión de esta emergencia no se ha limitado al frente activo en la Segarra. El incendio ha dejado ya dos víctimas mortales, localizadas en el interior de un vehículo calcinado en el término de Oliola, en la Noguera. Las autoridades investigan las causas de estas muertes en un escenario de gran devastación, que ha obligado también a decretar confinamientos preventivos y ha afectado a diversas edificaciones rurales, muchas de ellas calcinadas. El alcance del fuego, su comportamiento errático y su capacidad de generar condiciones atmosféricas extremas refuerzan el temor a fenómenos como el pirocúmulo, que convierten al incendio en un peligro no solo terrestre, sino también aéreo.
Entender qué es un pirocúmulo y cómo puede alterar el desarrollo de un incendio resulta clave en emergencias de esta magnitud. Este tipo de nubes puede complicar drásticamente las tareas de extinción, reactivar focos ya controlados y ampliar el alcance del fuego a zonas aparentemente seguras. En contextos como el que vive ahora el interior de Cataluña, la vigilancia sobre el cielo es tan urgente como la lucha contra las llamas en el suelo.