'¡A por ellos!'

Interior desautoriza las despedidas oficiales en los cuarteles pero se niega a interferir ante los actos de apoyo a los guardias civiles que vienen a Catalunya y que incluyen gritos amenazantes

27 septiembre 2017 10:07 | Actualizado a 27 septiembre 2017 10:10
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Los vídeos domésticos inundan los grupos de WhatsApp: Enseñas nacionales, vivas a España, gritos amenazantes («a por ellos, oé, oé»), abrazos, incluso lágrimas. Imágenes que recuerdan a las despedidas oficiales de los contingentes militares a zona de conflicto, pero no lo son. Son grabaciones de la decena larga de homenajes –oficiales, menos oficiales y espontáneos– que se han sucedido sobre todo durante el lunes y ayer a los últimos policías y guardias civiles enviados al operativo diseñado por el Ministerio del Interior para frenar el referéndum del 1 de octubre en Catalunya y que ya cuenta con más de 10.000 policías.

Las muestras de apoyo más o menos numerosas solo han brotado en los últimos días, cuando han sido ‘llamados a filas’ efectivos que no suelen abandonar sus demarcaciones, lo que ha provocado la movilización de sus familias y de su entorno especialmente a través de las redes sociales, explican responsables de la seguridad del Estado, quienes, sin apoyar expresamente este tipo de actos, sí que se muestran compresivos con los mismos.

Que se trata de homenajes a funcionarios no habituados a participar en este tipo de despliegues operativos es una realidad que nadie discute en la cúpula del Ministerio del Interior. De hecho, no había habido homenajes en las dos últimas semanas a los más de 2.000 miembros de las Unidades de Intervención de la Policía (UIP, antidisturbios) ni a los más de 600 funcionarios de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, acostumbrados a pasar más tiempo fuera de casa que con los suyos y que, además, serán la vanguardia en el uso de la fuerza el 1-O en el caso de que los Mossos no actúen o necesiten ayuda para abortar la votación.

Origen en Córdoba

Este nuevo fenómeno de las despedidas, casi viral entre las fuerzas de seguridad, comenzó el lunes con el que quizás ha sido el acto más polémico: la despedida de un contingente de agentes de policía de la UPR (Unidades de Prevención y Reacción) entre banderas y saludos en formación en el interior de la comisaría de Madre de Dios en Córdoba.

La despedida de un grupo de guardias civiles en Guadalajara fue promovida por el PP

El Ministerio del Interior desautorizó este tipo de homenajes, solo horas después de conocer lo ocurrido en Córdoba y la difusión pública de las imágenes. Interior instó a las comisarías y cuarteles a evitar las despedidas oficiales. Sin embargo, este llamamiento ha sido una suerte de acicate para que se multipliquen los homenajes más o menos espontáneos o, como sucedió en Guadalajara, donde la despedida de un grupo de guardias civiles fue promovido por el ayuntamiento de la capital, en manos del PP. 

Desde entonces los actos de adiós sazonados con consignas futboleras como el «yo soy español» o «a por ellos, oé, oé» se han extendido como la pólvora por Toledo, Huelva, Cádiz, Almería, Algeciras, Santander, Sevilla...

 Los vídeos en las redes sociales son multitud. Solo en Twitter a media tarde de ayer se podían encontrar más de una veintena de grabaciones con gritos de fondo de «Catalunya es España» o «no estáis solos». Guardias civiles posando para las fotos con los ciudadanos en Santander, funcionarios en Huelva chocando manos desde sus vehículos, arengas de políticos en Guadalajara, pasillos de homenaje y cláxones en varios centros policiales de Andalucía son algunas de las imágenes grabadas.

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