Esquerra abrió ayer la campaña con el objetivo de ganar por primera vez en unas elecciones generales en Cataluña y con la ambición de ser la fuerza de referencia del soberanismo en Congreso. ERC, que estrenó la carrera electoral en Sant Vicenç dels Horts, localidad de la que fue alcalde Oriol Junqueras, cabeza de lista de los republicanos, quiere tienen un papel activo en la gobernabilidad española, si la aritmética lo permite.
En un carta enviada a su militancia desde la prisión de Soto del Real, donde permanece encarcelado durante la celebración del juicio, Junqueras se mostró dispuesto al diálogo con el Gobierno central y abrió la puerta a apoyar una eventual investidura de Pedro Sánchez, sin poner el referéndum como condición sine qua non. El líder republicano fijó las líneas maestras de la posición de su partido respecto al apoyo al Ejecutivo: "Sin líneas rojas" pero sin dar un "cheque en blanco". Es decir, a Pedro Sánchez no le saldría gratis la investidura, pero ERC no le pedirá una negociación sobre la autodeterminación a cambio.
"Nadie debería cometer el error de fijar líneas rojas que a la hora de la verdad se convierten en un cheque en blanco para un gobierno del tripartito de extrema derecha", afirmó el exvicepresidente. Junqueras marcó distancias con sus socios de JxCat, que insisten en exigir el derecho de autodeterminación. JxCat apuesta por bloquear la política española, mientras ERC aboga por una política constructiva.