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Las empresas catalanas empiezan a mover ficha ante la situación de incertidumbre que se vive en Catalunya, con la posibilidad de que el president Carles Puigdemont proclame la independencia en los próximos días. El temor a la inseguridad jurídica que pueda derivarse de esta medida, unida a la preocupación que genera en muchos clientes la situación de inestabilidad por este proceso, ha provocado que algunas compañías den el paso de trasladar su sede social a otras comunidades para calmar también a los mercados. Una estrategia que, de momento, ha sido premiada por los inversores.
La compañía biotecnológica Oryzon fue la primera en anunciar el lunes que cambiaba su sede social de Barcelona a Madrid. Un anuncio que ha llevado a la compañía a una revalorización del 14,3% en dos días. La buena acogida en Bolsa de esta decisión fue el pistoletazo de salida para que otras sociedades hayan decidido en las últimas horas trasladar el domicilio social a otras comunidades. Sin duda, la mayor repercusión se vivió en el mundo financiero con la aprobación del Banco Sabadell del cambio de su sede a Alicante y la inminente marcha de CaixaBank fuera de Catalunya. Celebra hoy un consejo para tal fin-.
Más allá de las grandes
Pero más allá de esos buques insignia, otras compañías también aprobaron ayer ese cambio. La operadora de telecomunicaciones Eurona decidió llevar su sede social de Cornellà de Llobregat a Rivas-Vaciamadrid. Este anuncio también tuvo una recompensa por parte de los inversores, ya que las acciones de la compañía aumentaron un 7,24% en el mercado alternativo bursátil (MAB). También Proclinic Expert decidió ayer trasladar su sede de Hospitalet a Zaragoza, ciudad donde ya tiene un importante centro logístico.
La mayor parte de estas decisiones obedecen a la necesidad de las empresas de lanzar un mensaje de tranquilidad a unos clientes inquietos por el devenir de sus inversiones o patrimonios. La aseguradora Catalana Occidente –con una facturación de 2.300 millones en el primer semestre y 7.000 empleados– no descartó un cambio en su sede al afirmar en un comunicado que tomarán «todas las medidas necesarias para garantizar que su actividad pueda desarrollarse con normalidad, en un marco estable y en un entorno de seguridad jurídica y económica».
Las compañías se ven en la necesidad de lanzar mensajes de tranquilidad a sus clientes inquietosEsta ristra de empresas que ya han anunciado su cambio de domicilio contrasta con las palabras optimistas del vicepresident de la Generalitat y conseller de Economia, Oriol Junqueras, que el miércoles rechazó consecuencias económicas por la deriva independentista. «No va a haber una huida de empresas de Catalunya», señaló con convencimiento.
Negocios menos expuestos
«Nuestro negocio es distinto al financiero», admiten desde Abertis, una de las principales concesionarias de autopistas, para justificar la ausencia de ningún plan de actuación a corto plazo pese al delicado escenario político.
Gas Natural, la compañía que preside Isidre Fainé, afirma que no se plantea ningún cambio por la situación de Catalunya. Destacan que su negocio –facturó 23.184 millones en 2016– se encuentra muy internacionalizado y, por tanto, lo que ocurra en la comunidad no debe repercutir en la situación de la empresa.
También en Seat, que tiene tres líneas de producción en la planta de Martorell y emplea a 14.000 personas, resaltaron la importante implantación en la región para no tomar medidas, a la espera de lo que ocurra las próximas semanas.
«La compañía no hace ningún tipo de valoración sobre coyuntura política». De esta manera fuentes de Grifols, la farmacéutica catalana con una facturación de 4.050 millones en 2016, rechazaron pronunciarse sobre el conflicto.
La empresa de distribución alemana Lidl tiene su sede central para España en Montcada i Reixac. Fuentes de la compañía aseguraron que no se plantean ningún cambio en caso de una hipotética independencia de Catalunya.
