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El Parlament volverá a vivir dos sesiones de alto voltaje, hoy y mañana. Serán decisivas para la actual legislatura catalana, que aguanta con un ojo puesto en el Tribunal Supremo, porque puede inhabilitar definitivamente al president Quim Torra, y el otro en Waterloo, donde Carles Puigdemont deshoja la margarita para decidir cuándo pulsa el botón del adelanto electoral.
La Junta Electoral Provincial dio el jueves 48 h al Parlament para que retire el escaño de diputado a Torra. El plazo expira hoy, en medio de un pleno en el que el president insiste en que va a participar y votar como cualquiera de los 135 parlamentarios.
Según los letrados de la cámara, la suspensión acordada por la Junta Electoral Central (JEC) y avalada provisionalmente por el Tribunal Supremo, solo afectaría a su condición de diputado, y no a la de president, aunque Cs y el PP ya le dan trato de expresidente. No así los socialistas ni el propio presidente del Gobierno español, que mantiene su intención de reunirse en breve con Torra para empezar a perfilar la mesa de diálogo entre los dos gobiernos.
Patata caliente
La patata caliente la tiene el presidente de la cámara, el republicano Roger Torrent. Si desobedece, mantiene el acta de diputado de Torra y le permite votar, se expone a una querella por desobediencia, que pondría en peligro su carrera y situaría la política catalana en el desafío al Estado. «No nos temblará el pulso para ir ante la justicia y denunciar su desobediencia», advirtió ayer la tarraconense Lorena Roldán, líder de Cs en Catalunya.
Cs y el PP ya han avisado de que impugnarán todas las votaciones en las que participe el president.
Si los republicanos ceden, JxCat tendrá en bandeja el argumentario de la campaña: quienes han pactado con los socialistas, vetan al president, como hace dos años con Puigdemont. La marcha atrás de Torrent daría alas al expresident para forzar el adelanto electoral, sin esperar a que el Supremo resuelva la inhabilitación del jefe del Govern.
El adelanto dejaría en suspenso la mesa pactada entre los gobiernos y el apoyo de ERC a los Presupuestos de Sánchez quedaría muy en el aire.
El president del Parlament, no obstante, tiene algunas vías intermedias que le permitirían ganar tiempo. El pleno empieza a las 15 h, por lo que la mañana se presenta muy larga en los despachos, donde JxCat y ERC explorarán alguna opción, como que se permita a Torra seguir como diputado pero sin poder votar en los plenos. Es la propuesta de ERC, aunque JxCat se opone.
Torrent tiene también la posibilidad de aplazar la única votación prevista para hoy, sobre el presupuesto de la cámara.
Defensa de la DUI
Por lo que respecta a mañana martes, seis de los nueve dirigentes del Procés que están en prisión (Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Tull, Quim Forn y Dolors Bassa) saldrán de la cárcel para participar en la comisión de investigación que se ha abierto en la cámara catalana sobre la aplicación del artículo 155 en Catalunya por parte del Gobierno Rajoy.
Los presos defienden la declaración de independencia, y siguen apostando por la vía unilateral. «Era necesario llegar hasta el final y así nos hemos ganado el derecho a volver a intentarlo», respondió Junqueras en una entrevista por escrito que dio a conocer ayer Catalunya Ràdio.
«A ver cómo aguantan la mirada (los partidos que han justificado su encarcelamiento). Saben que han sido cómplices de que llevemos más de dos años encerrados en prisión por unos delitos que no hemos cometido, por hacer un referéndum», dijo el presidente de ERC en referencia a su presencia en el Parlament. «¿Nos podrán mirar a la cara y saludarnos como si nada hubiera pasado?», se preguntó a su vez la exconsellera Dolors Bassa.
